La salud mental perinatal en tiempos de pandemia por COVID-19

Marta Gomà, Eulàlia Arias-Pujol, Mariona Surís, Emma Prims, Alicia Abad, Gemma Sala, Paqui Montilla y Antonia Llairó

RESUMEN  

La salud mental perinatal en tiempos de pandemia por COVID-19. El propósito de este artículo es compartir la experiencia de la atención grupal online e interdisciplinar a embarazadas y a madres con bebés (0-6 meses de vida) con la finalidad de aumentar la contención ante las consecuencias de la pandemia actual. Constatamos la importancia de la atención primaria en red durante el período perinatal, debido a la gran cantidad de profesionales que intervienen. Así mismo, observamos que las embarazadas y madres precisan de un enfoque holístico (atendiendo las necesidades físicas y emocionales), a través de la propuesta del arrullo multisensorial, que incorpora las diferentes visiones de los profesionales en los síntomas, preocupaciones y malestares. Observamos que estos dos aspectos (la red y la atención interdisciplinar holística) permiten reducir la fragmentación asistencial y favorecer la contención emocional de las familias y los profesionales. Palabras clave: salud mental, perinatalidad, pandemia COVID-19, online, interdisciplinar.

ABSTRACT  

Perinatal mental health in times of the COVID-19 pandemic. The aim of this article is to share the experience of online, interdisciplinary group care for pregnant women and mothers with newborns (0-6 months old) designed to augment containment to deal with the consequences of the current pandemic. We highlight the importance of networked primary care during the perinatal period due to the high number of professionals involved. Similarly, we note that pregnant women and mothers require a holistic approach (attending to physical and emotional needs) through a proposed multisensory lullaby that includes the various perspectives of professionals regarding symptoms, concerns and distress. We observe that these two aspects (the network and interdisciplinary holistic care) allow reduction of care fragmentation and promote emotional containment for families and professionals. Keywords: mental health, perinatality, COVID-19 pandemic, online, interdisciplinary.  

RESUM  

La salut mental perinatal en temps de pandèmia per COVID-19. El propòsit d’aquest article és compartir l’experiència de l’atenció grupal en línia i interdisciplinària a embarassades i a mares amb bebès (0-6 mesos de vida) amb la finalitat d’augmentar la contenció davant les conseqüències de la pandèmia actual. Constatem la importància de l’atenció primària en xarxa durant el període perinatal, a causa de la gran quantitat de professionals que intervenen. Així mateix, observem que les embarassades i mares necessiten un enfocament holístic (atenent les necessitats físiques i emocionals), a través de la proposta de l’embolcall multisensorial, que incorpora les diferents visions dels professionals en els símptomes, preocupacions i malestars. Observem que aquests dos aspectes (la xarxa i l’atenció interdisciplinària holística) permeten reduir la fragmentació assistencial i afavorir la contenció emocional de les famílies i els professionals. Paraules clau: salut mental, perinatalitat, pandèmia COVID-19, en línia, interdisciplinari.

Introducción

La perinatalidad abarca el período compren­dido entre el embarazo y los 18 meses de vida del bebé. Se trata de un período esencial para el buen desarrollo físico y emocional, así como para la construcción del self y de la calidad del vínculo. La salud mental materno-infantil en el período perinatal está siendo centro de aten­ción de investigadores de muchas disciplinas (psicobiología, neurología, obstetricia y gineco­logía, enfermería, pediatría, psicología y psiquia­tría, salud pública, etc.).  El impacto de la sintomatología depresivo-ansiosa en el embarazo ha sido profundamente estudiado a largo plazo por el equipo de Vivette Glover en Londres. Siguiendo una población de embarazadas, ha­llaron el impacto que el estrés tenía en los hi­jos hasta los 18 años. Los resultados mostraron una mayor presencia de problemas emociona­les, atencionales y de ansiedad (Glover, 2014; O’Donnell, Glover, Barker y O’Connor, 2014; MacKinnon et al, 2018).  Srinivasan et al (2020), también en la misma línea de estudios longitudinales con hijos de ma­dres que han sufrido una depresión postparto, observan una mayor presencia de experiencias psicóticas a los 18 años. Desde otra perspectiva, Keskinen y cols (2018) muestran que la ausencia de la depresión postparto es un factor protector para los trastornos psicóticos. Tradicionalmente, se ha prestado mucha aten­ción a los cambios corporales de la mujer en el embarazo: fisiológicos, morfológicos y hormo­nales, dejando los psicológicos en un segundo lugar. Desde la sensibilidad psicoanalítica, dis­tintos autores se han interesado por investigar la salud mental perinatal, desde los fantasmas emocionales de la madre que rodean al bebé (Fraiberg, 1975), hasta los cambios que se pro­ducen en la mente de la mujer y sus repercusio­nes en la crianza, siguiendo el camino iniciado por Ajuriaguerra en Ginebra, consolidado por Cramer, Manzano y Palacio-Espasa (Temas de psicoanálisis, 2015; Llairó y Gomà, 2017; Nanzer, 2015; Nanzer et al., 2012). Recientemente, tam­bién se han descrito cambios en el cerebro de la mujer en cuanto a plasticidad neuronal (Barba-Müller, Craddock, Carmona y Hoekzema, 2019).  La perinatalidad es una etapa de alta vulnera­bilidad emocional en la que, a menudo, aparece sintomatología depresivo-ansiosa en la emba­razada. Se estima que un 13-20 % de mujeres padecen depresión postparto (O’Hara y Wis­ner, 2014; Werner, Miller, Osborne, Kuzava y Monk, 2015), constituyendo el diagnóstico más frecuente durante este período vital (Nanzer, 2015). Estas tasas llegan a duplicarse en barrios desfavorecidos, descritos en la literatura como low-income (Fisher et al 2012). Un estudio re­ciente corrobora estas cifras en nuestra pobla­ción identificando distintos factores de riesgo que incrementan dicha sintomatología, entre los que destacan: historia de violencia, maltrato infantil, falta de soporte de la pareja, no tener vivienda propia o antecedentes de salud mental (Gomà et al., 2020). En este sentido, varios estudios recientes in­dican que la pandemia COVID-19 incrementa los factores de riesgo existentes, produciendo un aumento significativo de la sintomatología depresivo-ansiosa en el embarazo y postparto (Liu et al., 2020; Zanardo et al., 2020; Berthe­lot et al., 2020). Lo pone en evidencia una in­vestigación reciente con 900 mujeres, 58 % de las cuales estaban embarazadas y el resto en el primer año después del parto durante la pande­mia COVID-19, que ha identificado un aumento de probabilidad de depresión de un 25 % y de un 43 % en ansiedad (Davenport, Meyer, Meah, Strynadka y Khurana, 2020). Al mismo tiempo, se ha descrito el impacto que el confinamiento y las consecuencias del COVID-19 tienen para los niños, especialmente los más pequeños, en familias vulnerables y con un sólo progenitor (Melchior, 2020). Son conocidas las dificultades de las madres para consultar de forma precoz. Por este moti­vo, es imprescindible la necesidad de un scree­ning global para la detección precoz y la pre­vención de la sintomatología depresivo-ansiosa desde el inicio del embarazo (Nanzer, 2015). Gemmil (2014) destaca la necesidad de realizar este screening generalizado, ya que es cono­cido el elevado porcentaje de depresión recu­rrente (30 %) que sufren las madres cuando la depresión postparto no se atiende.  Sin embargo, se conoce la posibilidad de pre­venir y tratar la sintomatología depresivo-ansio­sa a través de psicoterapias breves mediante la técnica de la Escuela de Ginebra (Moyeadoddin et al, 2013; Pellet y Nanzer, 2014) o abordajes grupales (Reay et al., 2005).  El abordaje de la depresión postparto dirigido a la población general en Atención Primaria de Salud (APS) ha sido estudiado por Tachibana et al. (2019), concluyendo que el soporte continuado  La salud mental perinatal en tiempos de pandemia por COVID-19 integrado en la salud mental a través de un ser­vicio multidisciplinar y comunitario mejoraba la salud mental de las madres y, al mismo tiempo, ayudaba a los niños a recibir más servicios de sa­lud pública.  Adaptación de la atención perinatal actual en tiempos de COVID-19 integrada en la red de APS y ASSIR Es importante considerar como un factor de riesgo no sólo el estrés producido por la misma pandemia sino también el causado por las mo­dificaciones de la red de asistencia sanitaria y contención social y familiar. La presencia habi­tual de diferentes profesionales entorno a la fa­milia en el período perinatal es destacable: mé­dico de familia, ginecólogo, obstetra, matrona, pediatra, enfermera pediátrica, trabajador so­cial, educadora infantil, psicólogo perinatal, etc. La intervención de muchos profesionales en un período tan corto de tiempo (aproximadamente durante los dos primeros años del bebé) conlle­va un elevado riesgo de fragmentación entre los profesionales. El modelo de atención que nuestro equipo plantea desde el Centro de APS Roquetes-Can­teres en colaboración con Bruc Salut (Barcelo­na) (1) está basado en un abordaje bio-psico-social y ofrece una atención integral coordinada con los servicios de Atenció a la salut sexual i re­productiva (ASSIR) y de APS del distrito. Dicha coordinación busca reducir la fragmentación y favorecer el trabajo interdisciplinar integrado.  Si la integración de las distintas visiones para la creación de la identidad parental en condi­ciones favorables es necesaria, ante situaciones de dificultad consideramos que es imprescindi­ble. Sabemos que los mecanismos de difracción de las emociones y ansiedades recogidos por Anne Brun (2009) en la atención a pacientes con trastornos psicóticos se pueden detectar en los equipos de profesionales. Françoise Mo­lénat (2012) reflexiona a través de la difracción del transfer en la red de atención profesional y la importancia de poder contener los múlti­ples transfers para mejorar la comprensión y la atención interdisciplinar. La misma autora ha reivindicado la necesidad del trabajo interdisci­plinar perinatal a través del concepto de “abrir el diálogo” e interesarse por la globalidad de la situación de la familia. Afirma que la escucha no es la misma, ya que aumenta en calidad, cuando el paciente y el profesional están acompañados por la red. Y considera que el seguimiento coor­dinado por un equipo perinatal permite organi­zar e integrar el pensamiento grupal que, a su vez, favorece el desarrollo de la construcción personal (Molénat, 2012). Recientemente, se ha publicado un artículo donde se cuestionan las necesidades de la ac­tual atención materno-infantil y se plantea la necesidad de adaptarla a los tiempos de pan­demia por COVID-19. Desde Suecia y Norue­ga, el equipo de Thapa et al. (Thapa, Mainali, Schwank y Acharya, 2020) se pregunta acerca del modelo que se debería ofrecer para la ade­cuada asistencia en tiempos de pandemia. Se plantea seguir proponiendo una actitud proac­tiva por parte de los profesionales ante la nece­sidad de asistencia a la salud mental materna. Ello es especialmente relevante, ya que en el mismo artículo se destacan dos aspectos que deberían centrar la atención perinatal: la tele­medicina y la necesidad del abordaje interdis­ciplinar. Las implicaciones del confinamiento en el pe­ríodo perinatal han producido un aislamiento y una reducción brusca de la movilidad (Stanton et al., 2020) con consecuencias importantes en el embarazo y en el postparto: las rutinas, ejer­cicios y cuidados del cuerpo conocidos hasta el momento no se pueden aplicar. Las embaraza­das se han visto más afectadas en su entorno asistencial y de cuidados: han perdido los gru­pos de apoyo, los grupos de preparación al par­to, etc. Las visitas de seguimiento ginecológico han pasado a ser eminentemente telefónicas. La pérdida de referentes para el autocuidado y para la estimulación y contención del bebé en­tre las cuatro paredes de la casa plantea un pa­norama hasta el momento desconocido.  Se han discutido mucho las posibilidades de la atención online en el campo de la psicología y la psicoterapia (Brooks et al., 2020). En nuestro entorno, Oromí (2014, 2017) publicó acerca de la experiencia de los tratamientos psicoanalíti­cos online afirmando que es un excitante proce­so de apertura en nuestra profesión. En la situación actual, y teniendo en cuenta los elementos ya señalados del abordaje interdisci­plinar y el aislamiento producido por la pande­mia, nos planteamos añadir a la atención perina­tal realizada hasta el momento una intervención grupal online que permite respetar el confina­miento desde una perspectiva interdisciplinar.  Experiencia en la atención perinatal on line du­rante el período de COVID-19 La experiencia de este equipo en la atención perinatal en APS se ha desarrollado en un con­texto de investigación (2015-2019) y ha com­portado un trabajo interdisciplinar compartido, así como una sensibilización de todos los profe­sionales que intervienen alrededor del embara­zo y del postparto.  El cuidado hacia el futuro bebé se inicia desde el principio del embarazo, con la atención hacia la pareja de futuros padres, la detección precoz de singularidades del nuevo bebé, los controles materno-infantiles que se comparten con la ma­trona y posteriormente con el equipo de pedia­tría. Este cuidado global viene inspirado por la importancia del desarrollo integral del bebé en los aspectos emocionales y somáticos. La red de atención, tal como se ha construido y organi­zado, requiere suma delicadeza hacia el entorno familiar, social, cultural y comunitario.  En el marco de la investigación, tras una pri­mera evaluación de la sintomatología depresi­vo-ansiosa mediante cuestionarios validados para el período perinatal (EPDS [Cox et al., 1996] y STAI [Spielberger, Gorsuch y Lushene, 1970]) y la valoración de los factores de riesgo bio-pisco-sociales (Gomà et al., 2020), se pro­pone a las embarazadas que lo requieren una psicoterapia breve y focal denominada Psicote­rapia Centrada en la Parentalidad (PCP), manua­lizada por el equipo de la Escuela de Ginebra (Nanzer et al., 2012). La intervención consiste en tres visitas durante el embarazo y tres más en el postparto, hasta los seis a ocho meses del bebé, aproximadamente. Esta intervención se coordi­na con el equipo de APS y ASSIR. Ante la llegada del COVID-19, nos planteamos complementar la atención perinatal en APS an­teriormente descrita, con la finalidad de favore­cer la contención y el abordaje de las dificulta­des emocionales. Al inicio de la pandemia, analizamos las cir­cunstancias concretas de las embarazadas y de las madres con sus bebés, que nos llevan a re­plantear la atención bio-psico-social de forma integrada para contener las ansiedades y temo­res que despierta la situación. Observamos que las embarazadas están dejando de consultar sus preocupaciones, síntomas y necesidades, demorando las pruebas y seguimientos habi­tuales. Las madres posponen las visitas y las vacunas ante el miedo por el contagio del CO­VID-19 y detectamos bebés con una marcada hiperalerta o, por el contrario, con tendencia a la pasividad, aumentando el tiempo de sueño y menor nivel de estimulación. Pensamos en la necesidad de ofrecer una atención más cercana e integrada con las necesidades de la embara­zada y del bebé y la madre en los primeros me­ses postparto.  Los cambios físicos en el embarazo y el pos­tparto hacen que el cuerpo tenga una especial relevancia (Nakamura, van der Waerden, Mel­chior, Bolze, El-Khoury y Pryor, 2019). La impo­sibilidad de la presencia en la consulta, junto con una dificultad para el movimiento, el ejercicio fí­sico y de obtener una guía para la preparación y/o recuperación del parto en confinamiento nos preocupa enormemente. Se reúne un equipo de profesionales que tra­tan aspectos somáticos y emocionales mater­no-infantiles para pensar una nueva modalidad de atención interdisciplinar adaptada a las ne­cesidades detectadas. Se plantea una aten­ción grupal online en un espacio semanal, con un equipo profesional compuesto por una psi­cóloga perinatal (que coordina el grupo); una psicóloga perinatal (en embarazo, especializa­da en parentalidad y en crianza, educadora en masaje infantil); una fisioterapeuta y osteópata maternoinfantil, una enfermera pediátrica; y una psicóloga especializada en relajación y mindful­ness. La participación en este grupo se ofrece a las embarazadas y madres con bebés (0-6 meses) complementariamente a la atención in­dividualizada que se venía realizando hasta el momento.  La importancia de tener un equipo cercano en estos momentos de aislamiento y soledad permite compensar las complicaciones deriva­das de la pandemia. Esta atención grupal es un  La salud mental perinatal en tiempos de pandemia por COVID-19 proyecto pensado para atender de forma inte­gral las embarazadas y los bebés y se sitúa en la línea de Thapa et al. (2020). Este abordaje gru­pal se inició en marzo de 2020 (durante el inicio del confinamiento total en España) y ofrece una atención profesional proactiva, promoviendo la participación y los recursos de las madres, así como de los bebés.  El trabajo interdisciplinar del equipo profe­sional se inicia con la construcción de un decá­logo emocional dirigido a las embarazadas y a las madres que guía el trabajo de las sesiones (se puede consultar en el anexo al artículo). Las psicólogas perinatales desarrollan los elemen­tos del decálogo a partir de las necesidades emocionales detectadas que se atienden des­de un enfoque interdisciplinar centradas en las necesidades corporales ligadas al cansancio, a la dificultad de movilidad, a la necesidad de re­lajación, trastornos del sueño, cuidado e higie­ne del bebé y de la madre, etc. Por ejemplo, el punto 5, “Mantente activa y realiza actividades planificadas de tipo físico en tu hogar”, propone la idea de “andar en casa” frente al “andar por casa”, estimulando que las participantes gene­ren objetivos, que planifiquen la tarea e incluso reorganicen los espacios de su vivienda… siendo un estímulo para la autonomía psico-física peri­natal en la realización misma de las actividades básicas de la vida cotidiana. En este aspecto, se hace ver que el “andar por casa” implica aban­donarse e ir de cualquier manera. Se trata de ha­cer distinguir entre andar hasta la cocina a dejar el plato y la utilización de una actividad coti­diana re-direccionada/adaptada (escogimos la marcha por ser la actividad física estrella en el embarazo) para conseguir un beneficio psico-físico en un espacio que inicialmente no está pensado para ello pero que igual que permite la reconversión de esa idea también fomenta, a ni­vel psicológico, la adaptación a la idea de la lle­gada del bebé o la nueva organización familiar. Una síntesis de este recurso en forma de de­cálogo (2) es el primer elemento que se facilita a las participantes de los grupos para establecer unas bases de cuidado materno-infantiles, que se irán desarrollando y complementando a lo largo de las ocho sesiones semanales de dura­ción del grupo.  Se construye una doble red grupal (pacientes y profesionales), para ofrecer un abordaje inten­sivo y a través de un equipo de profesionales. Permite tener proximidad, una facilidad de acce­so y de consulta y una presencia interdisciplinar que llegue a la embarazada y a la madre recien­te. Se amplía la atención con la riqueza del abor­daje interdisciplinar y se favorece una compren­sión dialogada de las preocupaciones ligadas al embarazo y postparto, teniendo en cuenta a la madre y el bebé. La atención grupal es online y permite, de forma ágil, la conexión de varias madres y varios profesionales al mismo tiempo. Esto también permite una visión compartida e integradora de las consultas y preocupaciones de las madres hacia ellas mismas o hacia sus be­bés. El sistema online resulta un acceso simple y directo tanto en embarazo como durante la crianza, especialmente el primer tiempo de pos­tparto, cuando la organización de la familia pue­de resultar complicada. Debido a la importancia de la sensorialidad pe­rinatal y a la ausencia física de los profesionales por el COVID-19, nos planteamos la importan­cia del abordaje conjunto de las problemáticas materno-infantiles en este período, proporcio­nando una comprensión y unos recursos que generen un arrullo multisensorial a partir de la integración de cada uno de los aspectos trata­dos en el grupo por los diferentes profesionales del equipo (enfermería, fisioterapia y psicolo­gía). Estos aspectos se cuidan y tratan especial­mente en el abordaje grupal e interdisciplinar, puesto que la sensorialidad emerge con mucha fuerza durante el período perinatal: conocemos la sensibilidad al olor, al tacto, al contacto, etc., tanto de las madres como de los bebés (antes y después de nacer) e incluso la hipersensibilidad emocional. Viñeta  A continuación, mostramos un ejemplo del abordaje de una preocupación compartida por las mamás del grupo de crianza (0-6 meses): los cólicos del bebé de los primeros meses. Ini­ciamos la sesión grupal con la explicación de la enfermera pediátrica para ayudar a los padres a identificar y detectar los cólicos. La fisiotera­peuta maternoinfantil del grupo ofrece posicio­nes y estímulos que favorezcan la disminución del malestar, ayudados por el masaje infantil, que permite prevenir y atender el dolor de los cólicos. La psicóloga perinatal puede intervenir ayudando a pensar cómo la mamá atiende el bebé cuando tiene dolor, qué representa esta situación para la mamá y cómo impacta su acti­tud. Favorecemos el diálogo sobre el contacto visual, la voz contenedora, las palabras que in­dican una intención de rêverie para comprender al bebé y su malestar, junto con el contacto que hemos trabajado previamente (por ejemplo, por un masaje propuesto por la fisioterapeuta du­rante la sesión grupal). Si antes de atender al bebé podemos usar elementos de la relajación y el mindfulness, el contacto deviene más tranqui­lo y favorece no sólo la contención de la madre sino especialmente del bebé.  La introducción de pautas y elementos de comprensión del bebé desde diferentes profe­sionales ayuda a integrar la complejidad y la im­portancia de la relación madre-bebé, a partir de cada experiencia y actividad, desde el cuerpo y la mente.  La atención interdisciplinar no sólo contiene a los padres y a los bebés, sino también a los pro­fesionales, que sienten que forman parte de una red en la que las diferentes visiones se comple­mentan e integran como círculos concéntricos. Nos sentimos acompañados y que formamos parte de un equipo pensante. Si la función de cada uno está bien delimitada, los profesiona­les y los pacientes experimentan un abordaje complementario y global. La coordinación y el trabajo posterior a la sesión deviene un tiempo indispensable para pensar y construir una com­prensión bio-psico-social perinatal conjunta del equipo: se plantea si se precisa alguna indica­ción más, si es adecuada una derivación a la red o a la comunidad, si se intensifica el seguimiento en función de los aspectos más relevantes de­tectados con un objetivo determinado, etc. La toma de decisiones conjunta también tendrá una traslación en cómo la familia recibe la infor­mación y cómo los acompañamos en el proce­so cuando todos los profesionales conocen los motivos y dan soporte a la misma.  La pandemia actual nos lleva continuamente a repensar la atención y el cuidado ante un futuro incierto y cambiante con miedos y preocupa­ciones. El trabajo interdisciplinar y la posibilidad de pensar juntos el abordaje y el manejo de las situaciones complejas que atendemos permite una contención interna del equipo profesional y cuidarnos y cuidar mejor, especialmente du­rante la perinatalidad, período sensible por ex­celencia.  

Conclusiones

El período perinatal es muy sensible y nos obliga a estar atentos a los factores de riesgo y, al mismo tiempo, poner en funcionamiento factores de protección para la salud mental. Dado que la situación actual por la pandemia COVID-19 genera incertidumbre, miedo, des­concierto y cambios bruscos, pensamos que es importante disponer de recursos orientados a aumentar la contención y la información, favo­reciendo la creación de herramientas y recursos de las madres. La finalidad última es la preven­ción de la salud mental de las futuras generacio­nes de bebés y niños afectados por la pandemia COVID-19 y las implicaciones en su desarrollo.  Nos planteamos la necesidad de un abordaje interdisciplinar para poder contener y desarro­llar los aspectos de construcción personal, con una visión global e integrada acerca de la mater­nidad y la preparación a ella. Se propone pensar, pues, en intervenciones perinatales de apoyo a la Primaria de Salud y en coordinación con el ASSIR que presenten un marcado carácter pre­ventivo, que promuevan una atención integral, teniendo en cuenta los niveles individual, rela­cional y comunitario (Sánchez y Martínez, 2018). Dar y procesar la información integrada desde las diferentes vertientes perinatales permite a las madres aumentar el sentimiento de confian­za, mejorar el seguimiento médico (embarazo y bebés), disminuir la inseguridad, promocionar el bienestar físico, psicológico y social, así como recuperar y promover las capacidades mater­nas. La percepción de equipo en torno a la pe­rinatalidad contiene y ayuda a contrarrestar la soledad y la inseguridad de los profesionales y de las madres en el momento actual, contribu­yendo a la prevención de trastornos en la ma­dre, el bebé o en el vínculo entre ellos. La vinculación estrecha y coordinada con los equipos de APS y ASSIR promueve la conti­nuidad de la atención realizada en el grupo y permite a una mejor vinculación de la población  La salud mental perinatal en tiempos de pandemia por COVID-19 materno-infantil con el equipo sanitario.  El trabajo interdisciplinar y en red es una he­rramienta fundamental cuando intervienen mu­chos profesionales desde diferentes perspecti­vas que pueden dar diferentes orientaciones a las familias y contribuir a la confusión. Este ele­mento es especialmente importante cuando se puede sentir con más dificultad el acceso a la ayuda sanitaria. La coordinación y la toma de decisiones conjunta, delimitando bien las fun­ciones de los diferentes profesionales, funcio­nará como una red protectora no sólo para las familias sino también para los profesionales, por el hecho de aumentar la comprensión compar­tida de las situaciones tratadas, así como las propuestas ofrecidas a la población atendida, con un abordaje más integral y compartido. El psicólogo perinatal puede hacer la función de coordinación y organización de la red de profe­sionales, ayudando a la promoción del bienestar de la familia en construcción.  Es importante la visión global del psicólogo perinatal para llevar a cabo esta función: obser­vando y velando por la salud de la madre, del bebé y de la relación saludable madre-bebé, ésta última altamente preventiva. Agradecimientos Los grupos perinatales interdisciplinares on­line se seguirán realizando en el barrio de Ro­quetes-Canteres gracias a las ayudas ’07 2020 del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña (COPC).  La realización de estos grupos cuenta con el apoyo institucional de la asociación de veci­nos del barrio, la Federación de Salud Mental, l’Escoleta El Torrent y el Equipo de Atención Primaria de Salud de Roquetes-Canteres.

Notas (1)

Bruc Salut, equipo especializado en aten­ción perinatal, está realizando grupos multidis­ciplinares en Atención Primaria de Salud me­diante los Ajuts’07 del COPC (Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya). (2) Este decálogo puede descargarse en el siguiente enlace: https://brucsalut.com/decalo­go-perinatal-bruc-salut/

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Anexos