Evaluación del apego en adolescentes y adultos: adaptación chilena del cuestionario de apego CAMIR

María Pía Santelices; Valeria Ramírez; Iván Armijo; Claudia P. Pérez-Salas; Marcia Olhaberry

 

RESUMEN

El Cuestionario de apego en adultos, CAMIR de Pierrehumbert et al. (1996) evalúa el vínculo del apego en adultos. El presente artículo expone el proceso de adaptación del instrumento a la realidad social y cultural chilena y su aporte en la evaluación del apego en adolescentes. Además, se presenta el análisis estadístico de su aplicación en una muestra chilena, la cual evidenció propiedades psicométricas adecuadas para evaluar los modelos individuales de relación de adolescentes y adultos en el contexto chileno. PALABRAS CLAVES: apego, adolescentes, modelos individuales de relación, propiedades psicométricas.


ABSTRACT

ATTACHMENT EVALUATION IN ADOLESCENTS AND ADULTS: THE CHILEAN VERSION OF THE “CAMIR” ATTACHMENT QUESTIONNAIRE. THE CAMIR Attachment Questionnaire in adults, by Pierrehumbert et al. (1996), evaluates attachment bonds in adults. This paper presents the adaptation process of the instrument to the Chilean social and cultural reality, and its contribution to the assessment of adolescent attachment styles. The statistical analysis of its application to a Chilean sample, which demonstrated psychometric properties suitable for evaluating adolescent and adult individual patterns of relationship within the Chilean context, is also exposed. KEY WORDS: attachment, adolescents, individual models of relationship, psychometric properties.

RESUM

AVALUACIÓ DE L’AFERRAMENT EN ADOLESCENTS I ADULTS: ADAPTACIÓ XILENA DEL QÜESTIONARI D’AFERRAMENT CAMIR. El qüestionari d’aferrament en adults, CAMIR, de Pierrehumbert et al. (1996) avalua el vincle de l’aferrament en adults. L’article exposa el procés d’adaptació de l’instrument a la realitat social i cultural xilena i la seva aportació a l’avaluació de l’aferrament en adolescents. A més, es presenta l’anàlisi estadística de l’aplicació en una mostra xilena, la qual va posar en evidència propietats psicomètrques adequades per avaluar els models individuals de relació d’adolescents i adults en el context xilè. PARAULES CLAU: aferrament, adolescents, models individuals de relació, propietats psicomètriques.

Este artículo presenta los resultados preliminares de la adaptación chilena del Cuestionario de apego en adultos CAMIR (Cartes Modèles Individuels de Relation) de Pierrehumbert et al. (1996) en una muestra chilena, dando especial énfasis a los resultados obtenidos con población adolescente, por considerarse la falta de instrumentos de evaluación para esta etapa del desarrollo y el aporte que significa contar con un cuestionario que pueda ser aplicado en ambos periodos del ciclo vital: adolescencia y adultez. La relevancia radica en el esfuerzo por aportar instrumentos para la evaluación del apego en población chilena, llevar a cabo investigacions y apoyar también la labor clínica. Se presentan antecedentes generales en torno a la teoría del apego, la adolescencia y las dificultades para la evaluación de los estilos de apego en esta etapa del desarrollo.

Antecedentes

Teoría del apego

El apego o vínculo afectivo que se establece entre madre e hijo o hija constituye uno de los planteamientos teóricos más estudiados en el campo de la psicología evolutiva. Desde su creación por Bowlby en 1969 esta teoría se ha visto enriquecida por una gran cantidad de investigaciones, que la han convertido en una valiosa construcción teórica que no obstante, continúa en revisión y análisis. La teoría del apego intenta explicar por qué los seres humanos buscan establecer vínculos fuertes, selectives y duraderos, y cómo la amenaza o el quiebre de estos lazos causa un intenso impacto emocional e incluso psicopatología. En este sentido, Bowby (1980) buscó conceptualitzar a través de la teoría del apego la tendència humana a la creación de lazos con personas particulares, intentando explicar distintas formas de dolor emocional como la ansiedad, la ira, la depresión y el distanciamiento emocional surgidos a partir de una separación no deseada o de la pérdida afectiva. Bowlby (1969) planteó que las relaciones con las figures de apego permiten la construcción de modelos internos operantes o modelos internos de las relaciones, los que guían la formación de vínculos en la edad adulta. Estos modelos serían mapas o esquemas presentes en un sujeto, acerca de sí mismo, sus figuras de apego y de su entorno y serían relativamente estables a lo largo del tiempo (Benoit y Parker, 1994). Incluyen Componentes afectivos, cognitivos y expectativas en relación a la disponibilidad y la respuesta de los otros frente a la necesidad y los encuentros, sirviendo además de sustento para la propia identidad y autoestima, y proporcionando la base sobre la cual se fundamentan las relaciones adultas posteriores (Bretherton, 1999). Estos modelos estarían también presentes en los adolescentes y serían posibles de evaluar. Existen cuatro tipos de representaciones mentales o estilos de apego: a) seguro; b) inseguro evitativo; c) inseguro ambivalente (preocupado) y d) desorganizado, dependiendo de la sensibilidad y accesibilidad que la madre (o adulto significativo) le haya propiciado al bebè en su primera infancia (Ainsworth, Blehar, Waters y Wall, 1978; Main y Hesse, 1990).

Apego y adolescencia

La mayoría de los instrumentos desarrollados para la evaluación del apego, están dirigidos a los niños en distintes etapas y a los adultos, contándose con escaso material para la evaluación de apego en adolescentes. Probablemente esto se deba a las complejidades que la adolescencia como etapa del ciclo vital implica. La OMS define la adolescencia como la etapa que transcorre desde el inicio de los cambios puberales hasta los 19 años, y constituye un paso intermedio entre la niñez y la adultez. Desde la perspectiva del apego, la adolescència es un periodo transicional en que los adolescentes realizan enormes esfuerzos por llegar a ser menos dependientes de los cuidados de sus figuras de apego primarias. Por otro lado, es un periodo de grandes transformaciones emocionales, cognitivas y conductuales en donde hay una transición desde el recibir los cuidados adultos hasta volverse un potencial cuidador. En esta misma línea, Aberastury y Knobel (2001) señala la vivencia de tres duelos fundamentales durante la adolescencia:

1) el duelo por el cuerpo infantil perdido;

2) el duelo por el rol y la identidad infantil, que implica renunciar a la dependencia y la aceptación de responsabilidades muchas veces desconocidas y 3) el duelo por los padres de la infancia en su función de protección y refugio. La vivencia y la elaboración de estos duelos en los adolescentes se verán influenciados por la capacidad de los padres para proveer una base emocional segura desde la cual puedan explorar distintos estados emocionales surgidos en el proceso de intentar vivir de manera relativamente autónoma (Allen y Land, 1999). Estos autores, reflexionan sobre la continuidad de los estilos de apego desde la infancia a la adolescencia, existiendo evidencia empírica disímil. Algunos estudios muestran que existiría equivalencia entre los resultados de las evaluaciones de estilos de apego en la infancia y los de la adolescencia (Waters et al., 1995 citado en Allen y Land, 1999). Otros señalan escasa continuidad o ausencia de ésta (Hamilton 1994, 1995; Weinfield, 1996; Zimmermann et al 1995 citados en Allen y Land, 1999). Waters et al. (1995 citado en Allen 1999 y Land) explican estas discrepancias al considerar la intervención de factores socioambientales que cumplen un rol moderador en la continuidad de los estilos de apego desde la infancia a la adolescencia. En este sentido, experiencias vitales específicas, la estabilidad o inestabilidad en la relación con los padres o la interacción familiar y el entorno pudieran contribuir a mantener o a modificar los estilos de apego desde la infancia a la adolescencia y al desarrollo de psicopatología (Ávila y Vivar de Andrés, 2004). Consistentemente con esto, los estudios realizados por Pierrehumbert et al. (2002) en población adolescente destacan la importancia del rol de los padres en la regulación emocional, requiriendo los adolescentes padres tolerantes frente a los estados emocionales negativos como la frustración y la ansiedad, y tolerancia frente a las separaciones para el logro de autonomía psicológica. Armsden y Greenberg desarrollaron en 1987 el Inventory of Parent and Peer Attachment (IPPA) para la evaluación del apego en adolescentes, considerando que se podía acceder a los Modelos Operativos Internos (MOI) de los adolescentes a partir de dos tipos de experiencias cognitivas y afectivas desarrolladas a partir de la relación con las figuras significativas de apego, las de confianza en la respuesta y accesibilidad y las de rabia y desesperanza surgidas a partir de la falta de respuesta o la inconsistencia. Los autores señalan que este instrumento no fue diseñado para diferenciar el apego dentro de los patrones descritos por Ainsworth y sus colegas, presentando dificultades para afirmar si las categorías de apego inseguro “ambivalente” y “evitativo”, definidas por estos autores, corresponden a las conceptualizaciones más adecuadas para el apego inseguro en la adolescencia (Crowell, Fraley y Shaver, 1999). Las diferencias en la conceptualización del apego inseguro entre adolescentes y adultos dificultan los anàlisis que consideran evolución y proceso, siendo en este sentido importante el Cuestionario CAMIR por utilitzar las categorías más frecuentemente empleadas en la evaluación del apego en la infancia y brindar la opción de comparación con evaluaciones realizadas en etapes anteriores y posteriores del desarrollo. En consideración a lo anterior, el procedimiento utilizado por el CAMIR, consiste en evocar respuestas a partir de frases referidas al pasado, al presente y al valor asignado a ciertos tipos de comportamiento o de funcionamiento familiar, permite distinguir el impacto de las vivencias en distintos momentos de la vida, aportando información relevante que permita comprender posibles cambios en las evaluaciones de los estilos de apego en las etapas del ciclo vital. Ahora bien, la concepción del apego como un modelo interno susceptible de ser clasificado de manera categorial es un asunto controvertido y no resuelto en la actualidad puesto que mientras autores como Bre-therton (2000) abogan por la existencia de un único estilo de apego en cada persona, otros plantean que dicho modelo podría situarse, al menos en dos niveles diferentes de funcionamiento mental y, por ende, coexistir dos o más en un mismo individuo (Crittenden, 1999). Tal discusión teórica se ha trasladado también al campo psicométrico, encontrándose numerosos instrumentos para evaluar el apego basados en uno u otro enfoque y por tanto entregando sistemas de clasificación diferentes ya sea categoriales o dimensionales (Martínez y Santelices, 2005). El CAMIR (Pierrehumbert et al., 1996) sin embargo, constituye un cuestionario diferente y de interés en este tema, puesto que permite ambos tipos de clasificación, al entregar puntajes en una escala dimensional, que además puede ser interpretada de manera categorial. Las siguientes líneas corresponden a los datos preliminares para la adaptación del cuestionario CAMIR a la población chilena, en respuesta a la necesidad de contar en el país con un cuestionario con las fortalezas antes mencionadas para medir el apego en adultos y adolescentes. Lo anterior resulta relevante dado que en Chile no existe una tradición sobre medición o investigación en apego y lamentablemente los investigadores nacionales deben escoger entre un número muy limitado de instrumentos adaptados al contexto del país (Martínez y Santelices, 2005), lo que dificulta la generación de conocimiento en el área y la evaluación precisa de las intervencions en el tema.

Método

Participantes

En la primera fase del estudio, correspondiente a la adaptación lingüística de la versión española del CAMIR al contexto chileno, participaron 30 personas. Dicha muestra fue seleccionada en forma accidental, pero procurando dar una representación básica a los distintos niveles de formación educacional, incluyendo: formación técnica (30%), estudiantes universitarios (26%), personal de hospitales (22%), amas de casa (12%) y profesionales (10%). La división por género fue 55% hombres y 45% mujeres y las edades fluctuaron entre 19 y 40 años (media = 31,96, con una desviación estándar (DS) de 8,02). En la segunda fase, correspondiente a la evaluación de la versión adaptada del CAMIR al contexto chileno, participaron 90 personas de entre 14 y 80 años (media = 36; DS = 13,2). Dentro de esta muestra, el 10% de los participantes fueron adolescentes con edades entre los 14 y los 19 años. El muestreo utilizado fue de tipo accidental pero procurando dar una representatividad básica a los distintos niveles socioeconómicos (NSE), incluyendo finalmente un 51% de personas de NSE medio, 30% de NSE alto y 19% de NSE bajo.

Instrumento

El CAMIR es un cuestionario de auto-reporte, con escala likert de 5 puntos y formato Q-Sort, que puede ser respondido en aproximadamente 30 minutos. Su administración requiere de un evaluador que explique claramente el procedimiento a seguir, ya sea individual o grupalmente. Incluye 3 tipos de frases impresas en 72 tarjetas (ítemes): frases que se refieren a lo vivido en la familia de origen (pasado); frases que describen las experiencias en la familia o en la pareja actual (presente) y frases que conciernen al valor dado a ciertos tipos de comportamiento o de funcionamiento familiar. La aplicación del instrumento consta de dos etapes que se puntúan de manera independiente. La primera es de respuesta libre donde se le solicita al sujeto que ordene las tarjetas en 5 pilas que van desde “lo más verdadero” a “lo más falso” (pilas de A a E). Esta distribución será posteriormente convertida en puntuación para calcular el puntaje en cada una de las 13 escalas del cuestionario (Interferencia parental; Preocupación parental; Resentimiento de infantilización; Apoyo parental; Apoyo familiar; Reconocimiento de apoyo; Indispo-nibilidad parental; Distancia familiar; Resentimiento de rechazo; Traumatismo parental; Bloqueo de recuerdos; Dimisión parental y Valorización de la jerarquía). La segunda etapa de aplicación es de respuesta forzada, en la cual se disponen 5 etiquetas que van desde “lo más verdadero” a “lo más falso” (de A hasta E) y se le solicita al sujeto que distribuya las tarjetas de modo que haya 12 en la pila “A”, 15 en la “B”, 18 en la “C”, 15 en la “D” y 12 en la “E”, procurando que queden las más características en cada rótulo. Al final de esta etapa, se anota en qué pila se encuentra cada ítem (asignándosele una puntuación de 1 a 5) y las puntuaciones correspondientes se comparan con los puntajes prototípicos para los 3 estilos de apego: seguro, evitativo y preocupado (pudiéndose establecer el tipo predominante). Estos prototipos fueron elaborados por los autores del instrumento a partir de la correlación del CAMIR con el instrumento Adult Attachment Interview (Pierrehumbert et al., 1996). El CAMIR posee buenos niveles de confiabilidad, la consistencia interna de sus escalas medida por medio del coeficiente alfa de Cronbach oscila entre 0,7 y 0,85 excepto en la escala “Distancia familiar” que tiene un alfa de 0,48 (Pierrehumbert et al., 1996).

Procedimiento

Primera fase. Orientada a la adaptación lingüística del CAMIR al contexto chileno. En esta etapa, prèvia obtención del consentimiento informado, se le solicitó a los participantes de la muestra piloto, responder la versión española del CAMIR (Lacasa y Lemarchand, 2000) e indicar aquellos ítems que resultaban confusos en su redacción, así como realizar una breve descripción de su experiencia al responder el cuestionario. Los resultados de esta aplicación fueron sistematizados y enviados a una muestra de 6 expertos en el àrea de apego y/o en construcción de instrumentos psicológicos para la posterior modificación y adaptación de los ítems cuestionados, luego de lo cual se realizó una nueva aplicación del test a una segunda muestra piloto, para evaluar la pertinencia de la adaptación lingüística realizada. A partir de esta información, se desarrolló la versión adaptada lingüísticamente del CAMIR para la realidad chilena, utilizada en la segunda etapa del estudio. Segunda fase. Orientada a la administración de la versión adaptada del CAMIR a una nueva muestra de sujetos, previa firma del consentimiento informado, con el objeto de evaluar la confiabilidad y validez de constructo de la nueva versión del instrumento. Luego de la evaluación de la confiabilidad se eliminaron aquellos ítems que disminuían la consistencia interna, creando una versión más pequeña de la prueba. A continuación se evaluó la validez de constructo de la prueba completa y de la versión con menos ítems para comprobar y comparar la estructura factorial de ambas. Finalmente se generó una estandarización preliminar de la nueva versión del CAMIR en base a los puntajes T de los resultados obtenidos por la muestra chilena utilizada.

Resultados

El análisis estadístico de los datos fue realizado con el paquete estadístico para ciencias sociales (SPSS), versión 12.0. Adaptación del Instrumento. Los datos obtenidos de la aplicación piloto de la versión española del instrumento fueron sistematizados y enviados a 6 expertos quienes modificaron los 39 ítems cuestionados por los sujetos evaluados. Las modificaciones realizadas del CAMIR, pueden apreciarse en el Anexo 1. Finalmente, se realizó una nueva aplicación del test a una segunda muestra piloto, la cual aprobó la totalidad de los ítems presentados y permitió comprobar las adaptaciones realizadas. Confiabilidad. Consistencia Interna. La confiabilidad de las escalas del instrumento fue adecuada. La mayoría de sus escalas obtuvieron niveles de confiabilidad aceptables, con valores alfa entre 0,72 y 0,84, excepto las escales “Distancia familiar”, “Dimisión parental” y “Valoración de la jerarquía” cuyos valores alfa fueron 0,48, 0,51 y 0,61 respectivamente. Una vez calculada la confiabilidad de las escalas, se procedió a eliminar aquellos ítems que tenían correlaciones biseriales puntuales ítem-escala muy bajas, para aumentar así la consistencia interna de las mismas. Los ítems eliminados fueron:

  • De la escala Distancia familiar el Ítem 17: “Más vale no lamentarse mucho de una pérdida, de un duelo, para poder superarlo”, con rbp ítem-escala = 0,18.
  • De la escala Bloqueo de recuerdos el Ítem 46: “No llego a tener una idea clara de mis padres y de la relación que tenía con ellos”, con rbp ítem-escala = 0,36. Este ítem no discriminaba bien, pues sólo el 12% de los participantes respondió verdadero o muy verdadero.
  • De la escala Dimisión parental el Ítem 16: “Cuando era niño(a), mis padres habían renunciado a su papel de padres”, con rbp ítem-escala = 0,20.

– Ítem 44: “De niño(a), hacía que los adultos se enfrentaran entre ellos para conseguir lo que quería”, con rbp ítem-escala = 0,18.

– Ítem 70: “De niño(a), a menudo tenía la sensación que mis seres queridos no estaban muy seguros de la validez de sus exigencias”, con rbp ítem-escala = 0,17.

– Los ítems 16 y 44, además, discriminaron poco (solo el 7% y el 2% de los participantes, respectivamente, respondieron verdadero o muy verdadero al mismo).

  • De la escala Valoración de la jerarquía el ítem 24: “Los adultos deben de controlar sus emociones hacia los niños, ya sea de placer, amor o cólera”, con rbp ítemescala = 0,07. En la Tabla 1 se señalan los niveles de consistència interna de cada escala y los 6 ítems que fueron eliminados para aumentar la confiabilidad. Puede observarse allí, que a nivel general se mantuvieron, y en algunos casos mejoraron, los niveles de consistencia interna obtenidos en el instrumento original, salvo en la prueba de Dimisión parental, la que obtuvo una consistència menor, aun eliminando los ítems que menos aportan. Validez de Constructo. Análisis Factorial El análisis factorial se realizó con el método de extracción de componentes principales y se hizo una rotación Varimax, la que convergió en 25 iteraciones. Los ítems incluidos fueron los 72 ítems originales (incluyendo los 39 adaptados a Chile). Con el propósito de evaluar si las escalas originales del CAMIR se conformaban en la población chilena con los mismos ítems que en Suiza (donde fue creado y validado), se extrajeron 13 factores (correspondiente a las 13 escalas). Éstos explicaron el 65,1% de la varianza del estilo de apego. Las comunalidades estuvieron dentro de rangos acceptables (mínimo = 0,42, máximo = 0,81, media = 0,65). Sin embargo, la composición de los factores desde el 6 en adelante resultó difícil de interpretar, por ser demasiado heterogénea o por incluir solo un ítem, de modo que se limitó el análisis a los 5 primeros factores. Estos, que explican el 44,1% de la variabilidad del apego, tienden a agrupar a algunas de las escalas definidas teóricamente por el cuestionario. Específicamente, se observó que:
  • En el Factor 1, que explica el 23,7% de la varianza, se aglutinan 3 escalas: Resentimiento de rechazo (ítems 13, 47, 57, 60, 67 y 50), Traumatismo parental (ítems 3, 33, 45, 59, 63 y 61) e Indisponibilidad parental (ítems 15, 29, 30, 31, 38 y 71). Además se agrega el ítem 52 de Resentimiento de infantilización.
  • En el Factor 2, que explica el 8,0% de la varianza, se agrupan las escalas de Apoyo familiar (ítems 1, 4, 18, 27, 69 y 36) y, parcialmente, Apoyo parental (ítems 9, 21, 40, 58 y 66), configurando un factor de protección y apoyo en la relación. Algunos de los ítems anteriores cargan también en forma inversa en el Factor 1, reforzando la idea que los Factores 1 y 2 tienden a ir en direcciones opuestas.
  • Los Factores 3, 4 y 5, que explican el 4,5%, 4,0% y 3,9%, respectivamente, se asocian a dimensiones específicas. El Factor 3 se compone preferentemente por la escala de Preocupación familiar (ítems 20, 22, 32, 56, 68 y 72) y algunos ítems aislados de otras escalas. El Factor 4 configura la dimensión Bloqueo de recuerdos (ítems 37, 46 y 51) y el Factor 5, la escala de Valoración de la jerarquia (ítems 8, 34, 43, 49 y 65). Es posible apreciar, que la mayoría de las escalas pueden ser incorporadas dentro de alguno de los factores principales del análisis, y que se podría afirmar, al menos, en dos dimensiones de nivel superior, que corresponderían a los factores 1 y 2 del análisis presentado. Posteriormente, se volvió a realizar el análisis factorial sobre la versión resumida del CAMIR, compuesta por los 66 ítems que mostraron buenos niveles de consistència interna en la muestra chilena. El nuevo anàlisis arrojó 4 factores, que explican el 42,2% de la varianza de las respuestas de los participantes. A diferencia del análisis anterior, hubo 9 ítems que presentaron comunalidades inferiores a 0,3. Sin embargo, los factores extraídos tienen más sentido desde el punto de vista teórico. Así, el Factor 1, que explica el 25,5% de la varianza, aglutinó las escalas de Traumatismo parental, Indisponibilidad parental, Resentimiento de rechazo, Resentimiento de infantilización, Interferencia parental y Distancia familiar, constituyendo claramente un factor que podría denominarse bajo un concepto de “amenaza”. El Factor 2, que explica el 8,4% de la varianza, aglutinó las escalas de Apoyo familiar y Reconocimiento de Apoyo, apuntando a una dimensión de mayor “protección”. El Factor 3, que explica el 4,7% de la varianza, se concentra en la dimensión de Preocupación familiar, más algunos ítems de Apoyo parental, aludiendo a una dimensión de “seguridad”. Finalmente, el Factor 4, que explica el 4,1% de la varianza, reúne a las escalas de Bloqueo de recuerdos y Dimisión parental, configurando una “nueva dimensión de amenaza”. La matriz de Componentes rotados del CAMIR puede observase en la Tabla 3. Cálculo de puntuaciones T. Dado que la versión resumida mantuvo las propiedades psicométricas de la versión original del CAMIR, se procedió a calcular la estadística descriptiva para las 13 escalas a partir de las puntuaciones obtenidas en la muestra chilena (ver Tabla 2). Los puntajes finales en cada estilo de apego fueron estandarizados en base a las medias y desviacions estándar de la muestra. Posteriormente los puntajes z fueron transformados a puntajes T (media = 50, DS = 10), y se estableció un punto de corte de T > 60 para definir el estilo de apego predominante. De este modo las personas tendrán: Apego Seguro: si T > 60 en seguridad; Apego Evitativo: si T > 60 en evitación; Apego Preocupado: si T > 60 en preocupación. Las puntuaciones obtenidas por la muestra chilena en el CAMIR generaron cambios en la clasificación del apego, al compararla con la clasificación inicial usando las normas originales. De este modo, la clasificación final con las nuevas normas arrojó un 50% de persones “seguras”, un 21,1% “evitativas” y un 28,8% “preocupadas”. Los cambios respecto a las clasificaciones generades con las normas originales se resumen en la Tabla 4. De lo anterior se desprende que al comparar los puntajes T de Seguro, Evitativo y Preocupado originales (con todos los items y normas originales), los puntajes que más subieron fueron en Evitativo y los puntajes que más bajaron fueron en Preocupado. En Seguro la mayoría de los puntajes se mantuvieron, pero hubo un mayor porcentaje que subió el puntaje T respecto de los que lo bajaron.

Discusión

A partir del análisis estadístico, es posible afirmar que el instrumento CAMIR posee características psicométricas adecuadas para evaluar los modelos individuales de relación de adultos y adolescentes en el contexto chileno. Las ventajas del instrumento se centran en la facilidad de corrección y la posibilidad de extraer información muy completa del cuestionario. El hecho que se cuente con puntajes en 13 escalas más las puntuaciones en cada tipo de apego, permite hacer un análisis más fino y detallado de los datos. La adecuación del instrumento para evaluar modelos individuales de relación en adolescentes y adultos facilita la comparación de los estilos de apego y la observación de la evolución en distintas etapes del desarrollo. Sin embargo, las desventajas son el tiempo de aplicación (en ocasiones mayor a 40 minutos) y a la dificultad de algunos sujetos para comprender ciertos ítems con ideas abstractas. Lo anterior implica considerar que, en el contexto chileno, el instrumento sólo podría ser usado en adolescentes y adultos con un nivel educacional medio o alto. No se considera valiosa la opción de simplificar los ítems, ya que esto implicaria perder ideas centrales en relación a la variable a medir. Es importante destacar que el presente trabajo es un estudio preliminar de adaptación y que no constituye una validación y estandarización definitiva del test debido principalmente al tipo de muestreo y al escaso tamaño de la muestra. Lo anterior resulta especialmente relevante en relación a la población adolescente, ya que solo un 10% de la muestra corresponde a este rango de edad. Sin embargo, en consideración a la escasez de instrumentos validados en Chile, el presente estudio, constituye un primer paso en la dirección de evaluar los estilos de apego en adultos y adolescentes en el país, al aportar luces respecto al comportamiento psicométrico del cuestionario CAMIR, así como de la necesidad de contar con normas apropiadas en este contexto.

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  • Encontrarán las tablas correspondientes de este artículo en el PDF adjunto.