Escrito por el Dr. J. Sabriá (Pediatra)

Dormir es fundamental para el descanso de los niños y niñas y es imprescindible para poder garantizar un buen crecimiento y aprendizaje.

En cada etapa de crecimiento, las necesidades y las dificultades para dormir son diferentes.

Si su hijo tiene problemas con el dormir, aplicando estas recomendaciones no mejora o ustedes hay alguna otra cosa que les preocupa es mejor que consulte a su pediatra.

Cada niño y cada familia son diferentes y hay que estudiar cada caso para saber porque su hijo / a no duerme bien y buscar entre todos, profesionales y padres, la mejor solución al problema.

0 a 2 años
Tiene menos de 6 meses

Durante el primer mes los bebés duermen casi todo el día, con pequeños intervalos despiertos para comer y relacionarse con los padres y hermanos. A partir de 1 a 2 meses cada vez están más despiertos de día y duermen unas horas seguidas por la noche pero aún puede que necesiten comer 1 a 2 veces por la noche. Hacia los 3 a 4 meses ya están mucho más tiempo despiertos durante el día. Duermen un rato a media mañana, un rato a media tarde y más horas seguidas por la noche. Los lactantes de menos de 6 meses deben dormir boca arriba como medida de prevención comprobada de la muerte súbita del lactante. A partir de los 5 meses a los niños ya son capaces de girar ellos mismos y la postura en la cama ya no es importante. A partir de los 5-6 meses el niño ya puede salir de la habitación de los padres para ir a dormir a otra habitación, solo o con otros hermanos.

A la práctica: Aprender a adormirse solos:

Hay que poner al niño en su cama cuando todavía está despierto pero tranquilo, hablarle suavemente, acariciarlo y salir de la habitación para que él solo, poco a poco, se duerma.

Los niños deben aprender a dormirse solos, en su cama y en su habitación. Si el niño duerme en brazos de la madre o el padre, se duerme con su madre en la cama, se duerme en el comedor, cuando se despierte por la noche llorará reclamando la misma situación ya que no le han enseñado a hacerlo de otro modo.

Hay que hacer la misma rutina cada día y respetar los horarios. Así el niño ya sabe lo que pasará y su cuerpo se habitúa a unos ritmos.

Si el niño se despierta por la noche y no tiene un llanto preocupante hay que esperar un poco para ver si se vuelve a dormir solo. Si no se calma hay que ir para ver si está bien, no tiene fiebre o algún otro problema. No es aconsejable llevarlo a la cama de los padres ya que entonces se acostumbrará rápidamente y los próximos días se despertará y llorará reclamando lo mismo.

Tiene entre 6 meses y 1 año

En esta edad el niño ya puede dormir toda la noche sin tener que comer. Hay que ir suprimiendo los biberones a media noche si es que aún toma alguno. Debe dormir en su habitación. Ya no es necesario que duerma en la habitación de los padres. Debe haber aprendido a dormirse solo.

Si llora no se debe dejar que se instale en la habitación de los padres sino que hay que intentar calmarlo y no moverlo de su cama. Es importante mantener las rutinas y los horarios regulares para que el cuerpo del niño se acostumbre a unos ritmos de sueño-vigilia.

El acto de acostarse debe ser un rato agradable, cuando los padres hablan con su hijo, le pueden contar cuentos, arropan al niño y lo dejan solo y relajado, en silencio, en compañía de sí mismo y de sus sueños.

A la práctica: Consejos a la hora de ir a dormir:

Los niños deben aprender a dormirse solos, en su cama y en su habitación. Si el niño duerme en brazos de la madre o el padre, se duerme con su madre en la cama, se duerme en el comedor, cuando se despierte por la noche llorará reclamando la misma situación ya que no le han enseñado a hacerlo de otro modo.

Hay que poner al niño en la cama cuando todavía está despierto pero tranquilo, hablarle suavemente, acariciarlo y salir de la habitación para que él solo, poco a poco, se duerma.

Hay que hacer la misma rutina cada día y respetar los horarios. Así el niño ya sabe lo que pasará y su cuerpo se habitúa a unos ritmos.

Si el niño se despierta por la noche y no tiene un llanto preocupante, hay que esperar un poco para ver si se vuelve a dormir él solo. Si no se calma hay que ir para ver si está bien, si tiene fiebre o algún otro problema. No es aconsejable llevarlo a la cama de los padres ya que entonces se acostumbrará rápido y los próximos días se despertará y llorará reclamando lo mismo.

Tiene entre 1 y 2 años

En estas edades la actividad fascinante del día, en que ya puede caminar solo, explorar, tocar, comunicarse cada vez mejor con el lenguaje, hace que a menudo dé largas para ir a dormir o se despierte pronto por la mañana.

Entre 1 y 4 años es cuando los niños están más a menudo enfermos, con frecuentes resfriados, fiebre por faringitis, infecciones de oído, etc. Esto hace que duerman mal, se despierten por la noche, etc. Hay que intentar en estos casos volver a las rutinas regulares de comer y dormir en cuanto el niño esté mejor.

A la práctica: Consejos a la hora de ir a dormir:

Hay que conservar los ritmos y horarios regulares en la comida y el dormir.

Debe seguir durmiendo en su habitación acompañado de sus mascotas y juguetes.

No es aconsejable dejarlo dormir en la habitación de los padres ya que rápidamente se acostumbrará y no querrá o no sabrá dormirse solo.

3 a 6 años

En estas edades los niños deben dormir solos en su habitación durante toda la noche. Hay que mantener unos horarios regulares. Mejor cenar un rato antes y hacer alguna actividad tranquila antes de ir a dormir.

No es bueno alterar mucho los horarios el fin de semana ya que entonces les costará volver a un ritmo regular durante la semana. Si al niño le cuesta dormirse puede ir bien beber un vaso de leche caliente o comer algo antes de ir a dormir.

7 a 10 años

Los escolares deben poder dormir entre 9 a 11 horas cada noche. Hay que mantener unos horarios regulares. Mejor cenar un rato antes y hacer alguna actividad tranquila antes de ir a dormir.

No es bueno alterar mucho los horarios el fin de semana ya que entonces les costará volver a un ritmo regular durante la semana. Si al niño le cuesta dormirse, puede ir bien beber un vaso de leche caliente o comer algo antes de ir a dormir. No olvidarse del lavado de dientes.

11 a 14 años

Los adolescentes tienden a tener más sueño por la mañana y acostarse más tarde. Hay que intentar conservar unos horarios regulares y no alterar en exceso los fines de semana. Si su hijo tiene problemas con el dormir o ustedes hay alguna otra cosa que les preocupa, es mejor que consulte a su pediatra.

Cada niño y cada familia son diferentes y hay que estudiar cada caso para saber porque su hijo no duerme bien y buscar entre todos, profesionales y padres, la mejor solución al problema.

Preguntas con respuesta

¿Cuál es el mejor lugar para que el niño se duerma?

CORRECTO: En su cama, solo, después de los besos y palabras cariñosas de buenas noches de los padres
INCORRECTO: En la cama de los padres, o en el sofá, o en brazos, ya que es indiferente.

¿Qué problema hay si a un niño de más de 6 meses se le duerme en brazos?

CORRECTO: Que no aprende a dormirse solo y, si se despierta a media noche, reclamará los brazos nuevamente ya que no sabrá dormirse solo
INCORRECTO: No hay ningún problema

¿Qué se puede hacer para prevenir que un niño de 1 a 3 años se despierte cada noche llorando y pidiendo que la cojan y lleven a la cama de los padres?

CORRECTO: Enseñarle ya desde el medio año de vida a dormirse solo y no cogerlo enseguida si se mueve o empieza a llorar, para que él mismo aprenda a dormirse solo
INCORRECTO: Hay que llevarlo y dormirlo en la cama de los padres

¿Qué hay que hacer si un niño menor de 3 años que normalmente duerme bien por la noche se despierta llorando muy intranquilo?

CORRECTO: Mirar si tiene fiebre o tiene algún otro signo de molestia como dolor de oído.
INCORRECTO: No hay que hacer nada