Escrito per Ma Jesús Saís (Psicóloga)
La adolescencia comienza con cambios físicos repentinos e imprevisibles y cambios psicológicos que implican una crisis de la identidad, de emociones contrastadas y de nuevas relaciones sociales.
El cambio hormonal pone en marcha las pulsiones, junto con el descubrimiento de un cuerpo sexuado que los empuja y los precipita hacia ser adultos y a la vez dejar el cuerpo infantil.
La crisis de identidad se da mientras el adolescente se encuentra en esta incertidumbre sobre lo que ha sido hasta ahora y lo que es ahora y será.
No quieren hacer lo que los padres quieren, es una forma de diferenciarse de ellos, de separarse y mostrar su autonomía y crecimiento.
Cambios físicos
Los signos más evidentes de cuando chicos y chicas se convierten en adolescentes, son los cambios corporales asociados a la pubertad.
En la chica la aparición del vello púbico y el desarrollo de los senos son los primeros signos de los cambios físicos que tendrán durante la pubertad. La pubertad termina fisiológicamente con la menarquia, que es la primera menstruación. Llega aproximadamente 2 años después de la aparición de los primeros signos de pubertad, entre los 12 y 13 años.
En el chico, se dan los primeros cambios corporales con la aparición del primer vello púbico, entre los 12 y 13 años. La pubertad se inicia de hecho hacia los 11 años con el aumento del volumen de los testículos. Estos cambios se alargan hasta llegar al estado adulto, hacia los 16-18 años. La primera eyaculación consciente, es un signo considerado como paralelo a la aparición de la menarquia en las chicas y es la que simbólicamente finaliza el proceso de la pubertad. Esto ocurre hacia los 15 años.
Tanto en chicos como en chicas, los cambios hormonales pueden desencadenar el acné, que puede conllevar una bajada en su autoestima.
Cambios psíquicos
El adolescente se encuentra en un cruce con varias direcciones a seguir y siente que es su decisión y no la de los padres la que determinará su futuro. A medida que los jóvenes ponen a prueba sus nuevas capacidades, empiezan a cuestionar la forma en que los padres plantean las cosas.
EL DUELO DE LA INFANCIA:
Es la pérdida de la protección que recibe el niño. El abandono de la infancia es inevitable y le supone dejar relaciones de gran dependencia en un momento de incertidumbres y dudas. Los padres ya no son aquellos que lo saben todo, que todo lo pueden resolver, los padres idealizados de la infancia. Esta situación de idealización, hace que el adolescente se sienta muy desorientado.
CAMBIOS DEL ESTADO ANÍMICO:
Son cambios repentinos en el que se puede pasar de la alegría a la melancolía con una rapidez sorprendente. Por un lado tiene miedo a crecer, y por el otro, miedo a quedarse pequeño.
CAMBIOS EN EL PENSAMIENTO:
Quieren comprobar lo que saben, cuestionan y reflexionan sobre temas existenciales y profundos, valores de solidaridad, justicia social, buscando una mirada propia y genuina.
Los cambios que se dan, coinciden también con los cambios propios de la época que les toca vivir. Todo ello hace que se enfrenten a desafíos muchos de ellos diferentes a los de los padres cuando tenían la misma edad
Dudas e incertidumbre
Algunos adolescentes se preocupan porque no saben si su cuerpo se desarrolla con normalidad y necesitan información que a menudo les cuesta pedir, se les puede facilitar desde casa, o bien a través del médico. Ante el crecimiento desigual entre el físico y la maduración psicológica, hay que tener en cuenta el nivel de exigencia ya que puede sentirse tratado de acuerdo con su apariencia física, no con su nivel de madurez real. Podemos encontrarnos tratándolo de forma adulta o infantilizandolo, lo que puede provocarle inseguridades y miedos a crecer.
Cuando hay que pedir ayuda profesional
- Si presenta un periodo de tristeza más largo de lo habitual, o que la melancolía fuera excesiva.
- Si observamos una preocupación obsesiva por la imagen de su cuerpo.
- Cuando la intimidad se convierte en un aislamiento.
A la práctica
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Preguntas con respuesta¿Cuándo se producen los primeros cambios corporales? Entre los diez años y medio y los once en las chicas y entre los doce y medio y los trece en los chicos, aunque su aparición puede tener lugar desde los ocho hasta los dieciséis años. ¿Cómo podemos tratar los cambios repentinos del humor? Comprender que a menudo forman parte del conflicto interno que experimentan a la hora de hacer frente a aspectos infantiles presentes y confrontados con otros anhelos de futuro, retos, e ilusiones. |
Caso clínico
Paciente derivado por el instituto al presentar desinterés en los estudios y bajo estado de ánimo. Abandona actividades extraescolares. Timidez y introversión. Poca confianza en sus posibilidades de éxito. Miedos que van apareciendo en las diferentes esferas: social, personal, familiar, que lo bloquean en la toma de decisiones.
Se propone como plan terapéutico, psicoterapia individual para el chico, con el foco puesto en fortalecer su identidad, por lo que va descubriendo que le gustaría ser y hacer, cómo expresar este deseo a los padres. Su miedo a crecer y al posible fracaso lo cerraba en casa. Los padres fueron atendidos en un espacio terapéutico diferenciado. Se propone también un refuerzo extraescolar. En un período de unas diez sesiones, se produce un cambio en los diferentes ámbitos, que mejora significativamente el estado del paciente. Repercute en las relaciones familiares. Puede comenzar a pensar en planes de futuro.
Referencias Bibliográficas
Libros:
- Aznar, M. Balcells, M. Gibert, M. Palau i T. Ribalta (2009) Fundació Orienta. Tinc un adolescent a casa. Guia per a una convivència saludable. Àrea de Salut Pública i Consum de la Diputació de Barcelona.
Braconnier, A; Marcelli,D.(2005) Psicopatologia del adolescente. Manual. 2ª edición Barcelona. E.Masson S.A.
Artículos para saber más:
Feduchi Benlliure, Luis; “El adolescenteantesufuturo”. Revista: Temas de psicoanálisis Núm. 1 – Enero 2011.
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