Relaciones entre gemelos: revisión de la literatura

Tuulikki Trias, Hanna Ebeling e Irma Moilanen

 

RESUMEN

La relación de gemelos crea un tipo especial de relación. Los gemelos pueden ofrecerse el uno al otro apoyo mutuo, compañerismo y cariño, y se ha sugerido que es la relación más estrecha posible entre dos personas. Por otra parte, los gemelos se enfrentan a sentimientos difíciles, uno puede ser más dominante, mientras el otro puede ser más sumiso y, en ocasiones, la identificación y la dependencia entre los co-gemelos puede ser muy acentuada y fuerte. El artículo es una revisión de los resultados de investigaciones anteriores sobre la relación inter-gemelos. PALABRAS CLAVE: apego, dependencia cogemelos, dominio-sumisión, identidad, personalidad, separación-individuación

ABSTRACT

Inter-twin relationships: a review article. Twin relationship creates a special type of relationship. Twins can offer to each other mutual support, companionship and caring, and it has been suggested to be the closest relationship possible between two persons. On the other hand twins face also difficult feelings, other twin may be more dominant while the other is more submissive, and sometimes identification and dependence between the co-twins may be very accentuated and strong. This article is a review of previous research findings of the inter-twin relationship. KEY WORDS: attachment, co-twin dependence, dominance–submissiveness, identity, personality, separation-individuation.

RESUM

Relació entre bessons: revisió de la literatura. La relació de bessons crea un tipus especial de relació. Els bessons poden oferir-se l’un a l’altre suport mutu, companyia i estimació, i s’ha suggerit que és la relació més estreta entre dues persones. Per altra part, els bessons s’enfronten a sentiments difícils, un bessó pot ser més dominant, mentre que l’altre pot ser més submís i, en ocasions, la identificació i la dependència entre els cobessons pot ser molt actuada i forta. Aquest article és una revisió dels resultats d’investigacions anteriors sobre la relació interbessons. PARAULES CLAU: aferrament, dependència cobessons, domini, submissió, identitat, personalitat, separació, individuació.

La relación de gemelos crea un tipo especial de relación humana y de hermanos y tiene características especiales desde los primeros momentos de la vida. La relación de gemelos puede ofrecer apoyo mutuo, compañerismo y cariño, y se ha sugerido que es la relación más estrecha posible entre dos personas. Nuestra fascinación con los gemelos surge de la fantasía universal de tener un hermano gemelo (Klein, 1963), un factor de desarrollo que se vincula con sentimientos de soledad, el anhelo de cercanía y el deseo de ser completamente entendido. Por otra parte, los gemelos, también se enfrentan a sentimientos difíciles como la envidia, la competencia y la rivalidad. Un gemelo puede ser más dominante, mientras que el otro puede ser más sumiso y, en ocasiones, la identificación y la dependencia entre los co-gemelos puede ser muy acentuada y fuerte.

La presencia del otro gemelo lleva a una situación en la que la madre y los gemelos crean una tríada, en lugar de la relación diádica que existe para los hermanos no gemelos, y la madre está menos disponible para cada gemelo de lo que lo estaría para un solo bebé. Las actitudes de la madre pueden oscilar desde la “gemelaridad temprana” (early twinship), donde los dos bebés son tratados como si fueran una sola unidad, hasta los intentos de crear dos relaciones diádicas, más individualizadas (Robin et al, 1988). Se ha sugerido que las madres de gemelos tienen más dificultades para desarrollar relación de apego con sus gemelos, que con los hijos únicos (Abbink, 1982; Bryan, 2003). La cantidad limitada de cuidados maternos puede conducir a una mayor unión entre los gemelos, y la existencia de un hermano gemelo a veces puede mejorar las dificultades de desarrollo en las situaciones de indisponibilidad materna (Leonard, 1961; Schave y Ciriello, 1983; Lewin, 2009). Sin embargo, hay estudios que no han encontrado diferencias en la seguridad del apego entre gemelos y sus padres en comparación con la de hermanos no gemelos y sus padres (Vandel et al, 1988; Moilanen et al, 2000; Tirkkonen et al, 2008).

Los gemelos tienen que compartir la atención, no sólo de la madre, sino de ambos padres, y algunos padres resuelven la situación al compartir los gemelos como “el hijo de la madre” y “el hijo del padre” (Burlingham, 1952; Ainslie, 1985; Moilanen y Ebeling, 1998). Esta relación cuadrática puede facilitar el cuidado diferenciado e individualizado del bebé, y que sea más fácil tener en cuenta las necesidades especiales de cada uno (el ritmo de cada bebé, el temperamento, etc.).

La relación que se crea entre los padres y los gemelos depende de la capacidad y la flexibilidad de los padres para adaptarse a las exigencias de tener dos bebés. A pesar de que se ha descubierto que los gemelos se pueden ofrecer apoyo mutuo el uno al otro, es más probable que esto ocurra de una forma madura y psicológicamente diferenciada, cuando la relación con los padres ha sido “suficientemente buena” (Schave y Ciriello, 1983; Vandel et al, 1988).

La experiencia de ser un gemelo varía según los diferentes tipos, y la gemelaridad constituye un entorno diferente de crecimiento para los gemelos monocigóticos –MZ, idénticos–, los dicigóticos del mismo sexo –SSDZ, fraternal o mellizos– y los dicigóticos de sexo opuesto –OSDZ, fraternal o mellizos– (Allen y Pollin, 1976; Ebeling et al, 2003; Pulkkinen et al, 2003; Trias et al, 2010). Es a través de esta compleja estructura que los gemelos desarrollan su identidad.

Apego entre gemelos

El apego se refiere a un lazo afectivo que una persona forma con otra persona en concreto. El primer lazo se establece con los cuidadores primarios, pero este puede complementarse con apegos a otras personas específicas, como hermanos u otros cuidadores cercanos lo que caracteriza la experiencia humana a través del ciclo de la vida (Bowlby, 1958). Así, en muchos casos, la relación de co-gemelo puede entenderse también en el marco de relaciones de apego en las que se utiliza el co-gemelo como un objetivo de búsqueda de proximidad y una base segura (Tancredy y Fraley, 2006; Fraley y Tancredy, 2011).

El co-gemelo puede proporcionar seguridad y confort en un momento de angustia ya desde las primeras etapas de la vida. Gottfried et al. (2001) examinaron el papel de la madre y el del co-gemelo en la inhibición de la excitación emocional, con la versión modificada del test de la “situación extraña” de Ainsworth entre 15 hijos gemelos de 18 a 34 meses. La angustia de los gemelos era mínima cuando fueron separados de la madre con la presencia del co-gemelo y, en el rencuentro, el comportamiento social estable se restableció rápidamente. Sin embargo, la separación de la madre y del co-gemelo produjo un alto grado de sufrimiento en los gemelos. Cuando se reunieron, el gemelo aislado inició el contacto físico con la madre, la figura de apego principal, solicitando y recibiendo consuelo de ella. La angustia del gemelo aislado se transmitió al co-gemelo que se había quedado con la madre durante el período de aislamiento.

Estudios recientes indican que los hermanos gemelos son más propensos que los no gemelos a estar unidos a sus hermanos, y los gemelos idénticos son más propensos a estar unidos entre sí que los gemelos fraternos (Neyer, 2002; Tancredy y Fraley, 2006; Fraley y Tancredy, 2011). De acuerdo con la perspectiva del apego, los gemelos podrían ser más propensos que los no gemelos a usarse el uno al otro como figuras de apego, porque las relaciones entre ellos implica un alto grado de proximidad, de experiencias compartidas (Fraley y Tancredy, 2011), así como otros factores (por ejemplo, el genético) (Picardi et al, 2011) que facilitan la unión. Se ha encontrado que los individuos mayores son menos propensos que las personas más jóvenes a utilizar a su hermano como figura de apego, y los adultos casados son menos propensos a utilizar a su hermano como figura de apego que los adultos no casados (Neyer, 2002; Tancredy y Faley, 2006; Fraley y Tancredy, 2011).

Se ha demostrado que la naturaleza del vínculo afectivo del bebé con la madre afecta al desarrollo de las relaciones inter-gemelares. Vandell et al. (1988) observaron que los bebés gemelos (entre 6 y 24 meses) con apego inseguro hacia sus madres eran menos propensos a interactuar entre sí o con un gemelo-desconocido que los que estaban apegados de forma segura a sus madres. Schave y Ciriello (1983) encontraron un vínculo similar entre las relaciones de gemelos adultos entre sí y las anteriores relaciones madre-gemelo. Los gemelos que habían recibido de forma temprana cuidados maternos problemáticos tenían más relaciones problemáticas entre ellos. Las experiencias durante los primeros años de vida con una madre sensible parecen fomentar vínculos seguros entre los gemelos, y parecen facilitar el proceso de separación-individuación (Schave y Ciriello, 1983; Vandell al, 1988; Balleyguier, 1991; Kochanska et al, 2005).

La separación e individuación en los gemelos

Según la teoría psicoanalítica, un niño se identifica con el cuidador primario y a través de un proceso de separación e individuación se vuelve consciente de su separación. Dado que los gemelos son los más constantes compañeros mutuos, los gemelos se identifican entre sí, al igual que con el cuidador (Burlingham, 1952; Ainslie, 1985; Siemon, 1980). Como todos los niños, los gemelos se someten al proceso de separación e individuación de su cuidador primario. Sin embargo, para los gemelos también hay otro proceso de separación: la del co-gemelo (Bruch, 1969; Siemon, 1980). Para llegar a ser un individuo, la persona tiene que ser capaz de desarrollar relaciones íntimas adecuadas y experimentar a las otras personas como separadas de él o ella.

Durante el proceso de separación de los padres, los gemelos pueden su cercanía para aliviar el dolor y la ansiedad que esta separación genera. Se ha considerado que las inevitables frustraciones causadas por los padres incentivan la relación inter-gemelos como un substituto de la relación paternal (Joseph, 1961; Joseph y Tabor, 1961; Lewin, 2009). Por lo tanto, se ha sugerido que en los gemelos hay una disminución de la necesidad de identificarse con los padres, ya que la identificación inter-gemelos ofrece una alternativa más fácil (Joseph y Tabor, 1961). La identificación con el co-gemelo también puede utilizarse como una defensa contra los sentimientos difíciles de tolerar; por ejemplo, la rivalidad (Ainslie, 1985; Leonard, 1961).

Aunque los gemelos logran la separación de los padres, emocionalmente pueden seguir fuertemente conectados entre sí (Adelman y Siemon, 1986). El impulso hacia la separación puede verse opuesto por la satisfacción de la dependencia y la elevada empatía que los gemelos experimentan entre sí. La separación también puede representar la pérdida del compartir y la disminución de la sensación de poder o el carácter especial creado por ser un gemelo (Adelman y Siemon, 1986).

Con el fin de lograr una separación exitosa, los gemelos tienen que reconocer sus sentimientos de pérdida durante la separación, preocupaciones por su futura relación, y afirmar el cuidado mutuo (Adelman y Siemon, 1986). Los problemas pueden producirse si el proceso de separación-individuación no es exitoso y uno o ambos gemelos siguen identificándose con el gemelar. Sin embargo, según Leonard (1961) la continuación de la identificación inter-gemelo y la falta de individuación no conducen en sí mismas a trastornos de personalidad graves.

Personalidad y formación de la identidad en los gemelos

La naturaleza de la temprana relación padre-hijo junto con la predisposición genética son ampliamente consideradas como los factores centrales en el desarrollo de la personalidad del niño, que incluye la aparición de un sentido de identidad, la modulación de afectos y a la relación con el mundo exterior. La estructura interna que nos da un sentido de identidad se desarrolla a través de las relaciones del niño con los cuidadores primarios, y la aceptación de una pareja edípica de padres de una generación diferente. Debido a que tiene al co-gemelo como la persona presente de forma más constante en su alcance de percepción y por la conciencia del cogemelo, el gemelo también se identificaría con él/ella. Esta identificación se hace con un individuo que está a su mismo nivel de desarrollo, que es menos estimulante del crecimiento que un progenitor como una figura de identificación (Leonard, 1961; Siemon, 1980), y que los gemelos carecen de la madurez para ser un contenedor real el uno del otro (Bion, 1962). La relación de gemelo puede afectar a la resolución de los conflictos edípicos teniendo así un impacto duradero en la estructura del mundo interno (Joseph y Tabor, 1961).

Leonard (1961) clasificó en cuatro los factores que influyen en la identificación mutua en los gemelos:

1) La actitud cultural que, por lo general, hace hincapié en los aspectos positivos de la identificación con el co-gemelo, y puede suprimir la aparición de una rivalidad natural fraterna.

2) La actitud de los padres que puede intensificar la identificación inter-gemelos. Los padres suelen tratar a sus gemelos de forma similar porque quieren ser equitativos. Si los gemelos se quedan en la compañía del uno y del otro, durante largos períodos de tiempo, tienen relativamente pocas oportunidades de pasar tiempo con un adulto.

3) La similitud física. Es más fácil tratar gemelos que se ven diferentes como individuos que los gemelos que se parecen.

4) Factores socioeconómicos. Para los padres con dificultades económicas es difícil encontrar el tiempo y la energía para dar atención personalizada a los gemelos. Los padres que carecen de educación superior pueden verse más influidos por las actitudes culturales hacia los gemelos y, por lo tanto, hacer hincapié en la relación gemelar.

Los co-gemelos experimentan sus relaciones con los demás de manera diferente y, junto con los padres, están activamente involucrados en su representación social de la identidad de gemelo (Bacon, 2006; Danby y Thorpe, 2006). Algunos gemelos fomentan activamente su identidad como tal; por ejemplo, a través de la apariencia, mientras que otros se centran en la individualidad. Mediante la identificación de sus atributos diferenciales –tipos de actividades y preferencias–, se presentan como teniendo atributos sociales individuales diferentes e identidades diferentes (Danby y Thorpe, 2006). En su búsqueda de individualidad los gemelos pueden crear diferencias entre ellos, a veces incluso artificiales, al acentuar leves diferencias en el continuo del comportamiento; por ejemplo, uno de ellos es más activo, buscando más la novedad y es más dominante, mientras que el otro es más pasivo y sumiso (Schave y Ciriello, 1983; Segal, 1999).

Schave y Ciriello (1983) han estudiado el desarrollo y las consecuencias de la identidad y la intimidad en gemelos que han tenido carreras exitosas y relaciones adecuadas con otras personas (20 pares de gemelos monocigóticos y 20 dicigóticos). Seis patrones de gemelaridad fueron descubiertos, cada uno asociado a un modelo típico de paternidad: unidad, interdependiente, dividido, idealizado, competitivo e identidad de apego fraternal.

1) Se encontraron dos manifestaciones de “identidad de unidad” (unit identity): cada gemelo es la mitad de una personalidad completa, o ambos gemelos necesitan hacerlo todo de la misma manera. Hay momentos en que sus egos pueden funcionar como uno solo. Estos gemelos habían experimentado, en la primera infancia, la pérdida de una figura materna constante.

2) Gemelos cuyas identidades eran interdependientes (interdependent identity) son mejores amigos mutuos y su principal fuente de apoyo emocional. Pueden verse el uno al otro como diferentes, pero de una manera más bien superficial y las relaciones con los demás suelen ser recreaciones de la gemelaridad. Este tipo de vínculo de gemelos se ha desarrollado a partir de una paternidad muy limitada.

3) Gemelos cuya identidad se define por imágenes opuestas de sí mismos se describieron como gemelos con una “identidad dividida” (split identity). Cada gemelo era consciente e inconscientemente asignado a un rol definido; por ejemplo, uno de los gemelos es idealizado por el otro, así como por la familia, mientras que el gemelo restante se convierte en el chivo expiatorio. El padre que psicológicamente divide sus gemelos en cualidades opuestas no es capaz de relacionarse con ellos como individuos separados y tolerar la ambivalencia. Este tipo de vínculo gemelar es el más conflictivo para ellos.

4) “ldentidad idealizada” (idealized identity). Gemelos que idealizan su relación ven su gemelaridad como el aspecto más importante de su experiencia vital. El hecho de ser gemelos define su sentido de quiénes son. Los aspectos negativos son negados. A pesar de la estrecha relación, estos gemelos no comparten pensamientos y sentimientos de forma íntima y estaban muy poco en contacto con sus propios sentimientos o con los de otras personas. Los padres suelen obtener gratificación narcisista sobre el tener gemelos.

5) “Identidad competitiva” (competitive identity). Gemelos cuyas identidades se centran en la competencia muestran un alto grado de desarrollo individual, límites claros del ego, y mantienen una relación estrecha y de empatía con su co-gemelo, así como con los demás. Los padres se sienten cómodos con las diferencias y son capaces de permitir sentimientos negativos entre los gemelos mientras los animan a mantener la cercanía.

6) Identidad de apego entre hermanos (sibling attachment identity). Pares de gemelos de hombre-mujer tenían relaciones que se asemejaban a la relación de los hermanos no-gemelos. La distinción temprana al ser de diferentes géneros, les permitió desarrollar identidades separadas. Mostraron diversos grados de cercanía.

Winestine (1969), en su estudio sobre la individuación psicológica de los gemelos, introdujo cuatro indicadores de gemelaridad, también definida como “fusión parcial de la representación de sí mismo y del objeto”:

1) Autoimagen de ser parte de un todo; es decir, sólo completa cuando el otro gemelo está presente.

2) Incapacidad para establecer relaciones con sus iguales o visión sí mismo como una elección de objeto discreto para sus iguales, aparte del co-twin.

3) Dificultad para tolerar la separación del co-gemelo y

4) diferencias en la personalidad y los intereses evolucionando como una reacción al otro gemelo más que por la identificación positiva individual. La presencia de todos estos indicadores significa una pobre individuación en los gemelos y un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad psiquiátrica.

Anteriores estudios clínicos y de casos han sugerido que los gemelos tienen dificultades para desarrollar y establecer un sentido de identidad y una adecuada imagen de sí mismo (Zazzo, 1960; Joseph, 1961). Algunos estudios han indicado que en comparación con hermanos no gemelos, estos presentan más problemas de sociabilidad, retraimiento e introversión (Zazzo, 1960; Clark y Dickman, 1984). Dificultades en el desarrollo de la personalidad, la formación de la identidad y la autoestima se ha visto que se derivan de la relación muy estrecha entre gemelos, que puede aumentar la fusión de las representaciones de objeto y del self (Burlingham, 1952; Joseph y Tabor, 1961; Leonard, 1961; Alin Fiegelson, 1983; Akerman, 2003; Miliora, 2003). Gemelos monocigóticos han demostrado ser especialmente vulnerables a los problemas de identidad, mientras que los gemelos dicigóticos, especialmente los gemelos de distinto sexo que suelen ser tratados más como individuos, son capaces de desarrollar una identidad más positiva en la adolescencia (Schave y Ciriello, 1983; Alin Akerman y Suurvee, 2003).

La mayoría de los estudios sobre las diferentes características y cualidades de las relaciones de gemelos son descriptivos, y se basan en informes de casos, psicoanálisis, entrevistas y datos observacionales. Dado que la mayoría de las muestras gemelares son pequeñas, la población está muy seleccionada y el material se basa en gran medida en los estudios de casos de sujetos gemelos con problemas, es difícil generalizar los resultados de estos estudios. Gran parte de la literatura se ha centrado en los aspectos patológicos de la unión de gemelos. Recientemente, los investigadores han examinado la hipótesis de que las relaciones de gemelos son relaciones de apego y que los sistemas sociales más amplios pueden afectar la gemelaridad (Neyer, 2002; Thorpe y Danby, 2006; Picardi et al, 2011; Fraley y Tancredy, 2011).

Dependencia del co-gemelo

La dependencia emocional ha sido definida como la confianza en otra persona para el apoyo emocional y la tranquilidad (Ainsworth, 1969). Investigadores de gemelos han aplicado, por lo general, el concepto de dependencia para caracterizar la fuerte interconexión entre los gemelos, y la investigación y el debate se han centrado en los comportamientos de mala adaptación y los problemas psicológicos que podrían estar asociados con la relación gemelar. La dependencia en la relación gemelar podría ser una manifestación de los problemas en la formación de la identidad y la identificación excesiva inter-gemelo.

La intensidad con la que los gemelos parecen atraerse el uno al otro se ha asociado con el género, y puede verse afectada por el grado de semejanza entre sí. En varios estudios se ha constatado que los gemelos monocigóticos están más cerca o son más dependientes entre sí que los gemelos dicigóticos, y las mujeres más dependientes del co-gemelo que los hombres (Tambs et al, 1985; Neyer, 2002; Sanathara et al, 2003; Trias et al, 2010). Se ha encontrado que la dependencia co-gemelo disminuye con la edad, fenómeno que puede ser entendido por las tareas de desarrollo de la separación e individuación del co-gemelo (Trias et al, 2010).

Moilanen (1979) ha estudiado la dependencia de cogemelos en Finlandia (234 pares de gemelos nacidos en 1965-1973). Cuanto más habían sufrido los gemelos de morbilidad perinatal o leves retrasos en el desarrollo, más dependiente del co-gemelo eran en la adolescencia. Incluso las pequeñas dificultades causadas por complicaciones perinatales tienden a hacer que el gemelo se sienta inseguro al tratar de adaptarse a una nueva situación, que deriva en una búsqueda de seguridad en su co-gemelo. Por otro lado, la preocupación sobre la morbilidad temprana del niño puede aumentar, en los padres, su alerta y protección, lo cual a su vez puede retrasar la adquisición de su sentido de autonomía e independencia (Moilanen, 1988).

Una dependencia muy fuerte del co-gemelo se ha visto como un factor de riesgo de problemas de salud mental (Joseph y Tabor, 1961; Leonard, 1961; Fiegelson, 1983), y un exceso de dependencia interpersonal se ha asociado con una vulnerabilidad a varios trastornos psiquiátricos; por ejemplo, a la esquizofrenia (Jacobs y Mesnicoff, 1961; Kringlen, 1967), la anorexia nerviosa (Bruch, 1969), y la depresión mayor (Bornstein, 1992; Sanathara et al, 2003).

En un estudio con población de base de gemelos (Penninkilampi-Kerola, 2006), co-gemelos dependientes mostraron mayores niveles de angustia, de síntomas somáticos y psicológicos en la adolescencia que los gemelos independientes. Se sugirió que reflejaba diferencias en el cambio relacional y en la fase de desarrollo entre gemelos dependientes e independientes. En la edad adulta temprana, la relación entre co-gemelos dependientes y las diferentes puntuaciones de los síntomas habían disminuido, y los gemelos dependientes eran más propensos a estar satisfechos con su relación de co-gemelo en comparación con los gemelos independientes. Gemelos monocigóticos eran más propensos a estar muy satisfechos de la relación con su co-gemelo, y mostraron menor estrés somático y menos síntomas psicológicos que los dicigóticos. La probabilidad de que los gemelos monocigóticos generen mayores niveles de apoyo social entre sí que los gemelos dicigóticos podría explicar, en parte, el bajo nivel de angustia en los gemelos monocigóticos.

En su estudio de cohortes Moilanen (1991) indicó la tendencia del co-gemelo dependiente adolescente a puntuar más alto, en síntomas psicosomáticos y depresión, que el co-gemelo independiente o los gemelos en una posición intermedia. También mostraron una mayor frecuencia de sentimientos de inferioridad y tenían más probabilidades de ser el co-gemelo sumiso en la díada gemelar.

Cuando la dependencia de co-gemelos se analizó en la misma cohorte de gemelos en la edad adulta temprana, no se encontraron diferencias significativas en los síntomas depresivos entre gemelos dependientes e independientes (Trias et al, 2010). Los gemelos que se consideraban, ellos mismo, dependientes y que percibían a su co-gemelo como dependiente de ellos informaron de menos síntomas depresivos. La calidad de la dependencia emocional parece jugar un papel más importante en el bienestar de los gemelos que la simple distinción de si un gemelo es dependiente o no. Apego y dependencia se han sugerido para medir patrones similares de comportamientos sociales (Ainsworth, 1969; Lytton, 1980; Neyer, 2002). Así, la relación con el cogemelo puede activarse y el comportamiento de apego puede verse incrementado cuando hay una necesidad de proximidad y apoyo.

La experiencia subjetiva de los gemelos sobre el equilibrio o desequilibrio en la relación de co-gemelos parece ser importante para el bienestar mental. El desequilibrio de dependencia-independencia dentro del par de gemelos se asoció con niveles elevados de síntomas a los 22-30 años de edad (Trias et al, 2010). Estos gemelos que se percibían a sí mismos como dependientes y al co-gemelo como independiente mostraron los síntomas más depresivos. Por otro lado, podría ser que los gemelos depresivos en un grado más alto, tiendan a mostrarse ellos mismos como dependientes y su co-gemelo como independiente, que los gemelos no depresivos.

Dominio-sumisión

Un ámbito en que los gemelos difieren es en el área del dominio y la sumisión, ya que uno de los gemelos puede ser más dominante y el otro más sumiso. Esta característica se puede observar en diferentes áreas de la vida: el dominio físico y psicológico y el papel de portavoz (o dominio verbal).

En un estudio de cohortes de Moilanen (1987) durante la adolescencia los varones, a menudo, eran físicamente dominantes mientras que las mujeres con más frecuencia dominaban en los otros dos campos. La sumisión en un área, con frecuencia, se vio compensada por la igualdad o el dominio en otra área. Características dominantes y sumisas en la relación de gemelo es probable que se estabilicen con la edad, y los gemelos se vuelvan más iguales en sus acciones y comportamientos (Ebeling et al, 2003).

Los gemelos más sumisos sufrían con mayor frecuencia síntomas psicosomáticos y tendencias depresivas durante la adolescencia (Moilanen, 1987). Cuando uno se adapta constantemente a la voluntad de los demás, y sólo rara vez tiene la oportunidad de demostrar sus capacidades reales, parece aumentar estos síntomas. El gemelo más dominante parece sufrir más a menudo de síntomas nerviosos.

En la edad adulta, el dominio más importante para el bienestar subjetivo parece ser el dominio-sumisión psicológico. Para ambos gemelos de sexo masculino y femenino parece difícil ser inferior a su hermana gemela en el dominio psicológico, ya que estos gemelos tenían más síntomas depresivos, nerviosos y psicosomáticos (Ebeling et al, 2003). Las mujeres, especialmente las que manejan la autoridad, como una hermana gemela dominante, pueden evocar las emociones conflictivas primarias que eran una parte inevitable de la relación temprana con la madre (Ebeling 2003). También el dominio psicológico se asociaba con nerviosismo. Puede ser que un papel activo en una relación simétrica requiera más agresividad y también genere trastornos nerviosos (Ebeling et al, 2003).

Hermanos gemelos pueden conquistar diferentes áreas de especialización. El término complementariedad, también definido como un dominio compartido (Siemon, 1980; Moilanen y Ebeling, 1998), se utiliza a menudo para describir un par de gemelos, los miembros del cual han desarrollado, consciente o inconscientemente, diferentes características. Esta solución ayuda a desarrollar su sentido de sí mismo y a evitar competir en el mismo campo. La situación se adapta mal en casos extremos, cuando las identidades gemelas se definen por las autoimágenes opuestas. La compensación de la sumisión en un área de la vida por la dominación o por lo menos la igualdad en otra zona, es una situación deseada, de modo que ningún gemelo domine al otro en todos los ámbitos de la vida (Moilanen, 1987; Trias, 2006).

Competencias sociales en gemelos

Hay una serie de problemas de desarrollo específicos para los gemelos que teóricamente pueden afectar su desarrollo social. La carga de las tareas parentales deja menos tiempo y energía para una relación basada en el placer y el juego. Las comparaciones con hermanos no gemelos indican que, en sus primeros años de vida, los gemelos pueden experimentar una peor calidad de interacción social dentro de la familia. Al igual que los gemelos jóvenes pasan menos tiempo en interacciones individuales con los adultos, tienen interacciones menos sostenidas y más interrumpidas con adultos, reciben menos demostraciones de afecto y experimentan un mayor control y menos interacciones cognitivamente estimulantes (Lytton, 1980; Rutter y Redshaw, 1991; Holditch-Davis et al, 1999).

Dado que una proporción más alta de gemelos han sido prematuros, han sufrido morbilidad perinatal, retraso en el desarrollo, retraso en el lenguaje y retraso en la lectura (Rutter y Redshaw, 1991), los gemelos podrían estar predispuestos a mayores tasas de psicopatología, así como a dificultades de comportamiento y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (Levy et al, 1996). Estas dificultades y trastornos son posibles obstáculos para el acceso a experiencias sociales de calidad y al establecimiento de relaciones sociales exitosas. Sin embargo, varios estudios han fracasado a la hora de demostrar evidencias de aumento de las tasas de psicopatología en los gemelos (Gjone y Novik, 1995; Van den Oord et al, 1995; Levy et al, 1996).

Por otro lado, se ha sugerido que la situación de gemelos podría ser una fuente de aprendizaje social. Danby y Thorpe (2006) han examinado relaciones de niños gemelos entre ellos y cómo negocian el proceso de ser un gemelo mediante sus interacciones, definiendo activamente su identidad social a través de estas interacciones. El conflicto, la competencia y el desafío, y las formas en que se manejan son oportunidades para la actividad crítica y el aprendizaje social. Cuando los niños participan en situaciones conflictivas, llevan a cabo y prueban sus propias posiciones sociales, y, al hacerlo, desarrollan estrategias para negociar estas circunstancia (Danby y Thorpe, 2006; Thorpe y Danby, 2006).

Pulkkinen et al. (2003) sugieren que la gemelaridad constituye un entorno de desarrollo positivo para el comportamiento socio-emocional, sobre todo para los hombres en las parejas de distinto sexo, ya que los gemelos interactúan con otro niño con más frecuencia que los hermanos no gemelos en la adolescencia.

Fisher (2006) encontró que los gemelos eran menos prosociales y más agresivos que los hijos únicos a la edad de 5 años, pero este déficit prosocial no se encontró en la adolescencia, lo que sugiere que los gemelos pueden estar en riesgo de tener menos interacciones sociales en la temprana y media infancia. Por lo tanto, la situación de gemelo puede ser una desventaja para el desarrollo social y la competencia en la vida temprana, pero una ventaja más tarde ya que puede tener un efecto de resiliencia. Las experiencias aparentemente adversas de la vida temprana proporcionan habilidades que se manifiestan como positivas posteriormente, junto con apoyo el emocional proporcionado por la presencia del co-gemelo (Danby y Thorpe, 2006).

Conclusiones

Los gemelos generan una relación especial de hermanos que es diferente de la relación de hermanos únicos, así como en diferentes tipos de pares de gemelos. Crecer junto al co-gemelo que está constantemente presente puede ser beneficioso, pero también puede crear una situación difícil. Los padres de gemelos también se enfrentan a una tarea muy exigente. Lo importante es cómo los padres y los propios gemelos se adaptan a la situación.

En el futuro, el interés es analizar en nuestra cohorte de gemelos la dependencia del co-gemelo y el dominiosumisión en relación con el bienestar mental en diferentes grupos cigóticos de gemelos adultos, a la edad de 34-42 años (Trias et al. 2010).

Traducido del inglés por Brenda Tarragona.

 

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