Escrito por Joan Romeu (Psicólogo)
La aparición de una nueva pareja, siempre supone un cambio en la estructura familiar, ya sea en casos en que la pareja se ha separado, uno de los miembros haya quedado viudo,… o cualquier otra circunstancia.
Como todo cambio significativo, necesitará un tiempo para ser elaborado y muchas veces provocará cambios puntuales en el comportamiento de los niños, así como también puede permitir que aparezcan determinados sentimientos que en ocasiones pueden ser desagradables.
Uno de estos suele ser los celos.
¿Qué son los celos?
Los celos son «el sentimiento receloso de quien teme que otro puede ser preferido». Las personas nos sentimos celosas cuando consideramos que hay otra persona que está recibiendo el amor o el aprecio que deberían estar destinados a nosotros.
¿Cómo se manifiesta en los niños?
La forma en que se puede manifestar es muy diversa, pero generalmente aparecen rabietas, agresividad, volver a hacerse pis o caca cuando esta etapa ya se había superado, volver a usar un lenguaje infantil,… También podemos encontrar que los niños busquen diferentes maneras de llamar la atención, o también que se muestren más tímidos, cerrados, inhibidos. Incluso pueden aparecer cambios de humor repentinos sin una causa evidente.
¿Cómo viven los niños la llegada de un nuevo progenitor?
Es habitual que los niños tengan miedo de dejar de ser queridos como antes. Miedo a que el padre o madre le presten menos atención, o incluso pueden llegar a tener miedo a ser abandonados. A menudo, todo ello puede provocar sentimientos de rabia, tristeza, o ansiedad, y que se manifestará de forma diferente en cada caso.
Hablar de los sentimientos
Para empezar es muy importante no culpabilizar: Ayudar a quien lo padece a reconocer que lo que está sintiendo no es malo. También puede ayudar no considerar sus manifestaciones como algo a cambiar, sino entender que es un proceso normal y que ya pasará. Por ejemplo, si un niño empieza a hacerse pis o a estar más nervioso, será mejor ayudarle a reconocer el sentimiento de celos y decirle «es normal que te dé rabia, estés enfadado. Pero aunque ahora el padre o la madre ame a otra persona, nunca te dejará de amar». Es decir, el hecho de reconocer el sentimiento y al mismo tiempo ayudarle a transformar sus fantasías como ser abandonado o dejar de ser estimado, ayudará a calmarlo.
¿Cómo se debe hacer?
No debemos pretender que estas manifestaciones de celos desaparezcan inmediatamente. Es importante respetar el tiempo del niño y la manera en que lo está expresando. Será desde esta comprensión y desde el respeto que podrá ir haciendo su proceso y será a medida que vaya comprobando que el padre o la madre siguen queriéndolo tanto como antes, que la desazón irá disminuyendo. Cuando se detecta esta situación, también se puede ayudar al niño estando más tiempo con él, buscando momentos de relación de calidad, como una manera de demostrar que a pesar de la aparición de una nueva pareja, la relación padre/madre-hijo/hija , no se ha roto ni deteriorado.
¿Cuándo se debe consultar?
Que el niño se sienta celoso con la aparición de una nueva pareja es normal y, en principio, que se reaccione ante esta nueva situación no es preocupante. Esto no quiere decir que en determinados casos los adultos nos podamos sentir más tranquilos consultando a un profesional, ya que nos puede ayudar a buscar la manera de afrontar esta situación de la forma más adecuada, guiando ya sea a los padres como a los niños en este proceso. También puede ser útil consultar en los casos en que el malestar sea demasiado intenso y el adulto no encuentre la manera de hacerle frente, así como en las situaciones en las que una vez se ha producido el cambio, consideramos que el malestar y sus manifestaciones se prolongan de forma excesiva en el tiempo (aproximadamente entre 3 y 6 meses).
A la práctica
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Preguntas con respuestaComo le digo a mi hijo/a que tengo una nueva pareja? Es importante que este paso se dé cuando el padre/madre también esté seguro. Hay que buscar un momento de tranquilidad, sin interferencias y poner mucho énfasis en que el amor y la dedicación hacia él/ella no disminuirá. Debemos ser capaces de aclarar que podemos querer a muchas personas a la vez y que en ningún caso habrá ninguna modificación de nuestra amor hacia el niño. ¿Qué hago cuando mi hijo/a rechaza a mi nueva pareja? En ningún caso se debe culpabilizar ni castigar. Es importante respetar sus sentimientos, ser comprensivo y al mismo tiempo no ceder ante la rabia ni posibles demandas de exclusión de la nueva pareja. Mi hijo se hace pipi, o caca, o tiene muchas rabietas desde que tengo pareja. ¿Tengo que consultar? Aunque consultar nunca está de más, se puede esperar un tiempo hasta que la nueva situación se haya estabilizado. Si después de un tiempo (entre 4 y 8 meses) siguen apareciendo estas señales, sería conveniente consultar a un profesional para que nos ayude a clarificar y enderezar la situación. Cuando mi pareja no duerme en casa, ¿mi hijo/a puede dormir a conmigo? Los niños y niñas tienen que dormir en su cama. Poner orden en casa es poner orden en su cabeza. Que cada uno duerma donde le toca, ayuda a clarificar las relaciones y les ayuda con los límites. Dormir con los hijos cuando la nueva pareja no está en casa los hace sentir más excluidos cuando la pareja viene, ya que pueden sentir que les quita el lugar. Cada vez que estoy con mi pareja mi hijo/a hace todo lo posible para separarnos y llamar la atención. ¿Qué debo hacer? Para empezar, no ceder, no complacerle en su demanda. Ser explicativo y comprensivo, no enfadarse ni castigarlo. Es importante no caer en su manera de llamar la atención, ya que esto tiende a perpetuar su demanda. ¿Es bueno que pase más tiempo con la nueva pareja para que se adapte más rápido? No debemos forzar estos momentos. Debemos respetar su ritmo, sobre todo si se observan dificultades. Es importante reservar espacios para estar con el hijo sin la pareja y, poco a poco, ir introduciendo. Como en toda pareja de padres, hay que mantener estos espacios exclusivos con los hijos. ¿Cómo ayudarle en la adaptación? Que sea progresiva. Que no lo sienta como una invasión de su espacio ni de la relación con el/la padre/madre. Ayuda empezar con actividades donde el niño pueda disfrutar y que asocie la nueva persona a situaciones agradables. |
Caso Clínico
Una madre consulta al servicio preocupada por las reacciones que su hijo está teniendo desde que su pareja a ido a vivir con ellos; se vuelve a despertar por las noches, quiere meterse en su cama, mantiene una actitud agresiva hacia ella y hacia la pareja. Se cuestiona si ha hecho bien con la decisión de decidir convivir con la actual pareja.
El terapeuta la tranquiliza diciendo que es una reacción normal, que seguramente durará un tiempo y poco a poco irá desapareciendo. Se le recomienda intensificar la relación con el niño, buscar espacios donde puedan estar juntos y disfrutando, y que vaya verbalizando que el hecho de que haya venido a vivir la nueva pareja no supone ningún cambio en la relación madre hijo y que ella lo sigue amando muchísimo.
Referencias Bibliográficas
Mendez-Aponte, Emily. «Cuando papá y mamá se separan». Editorial San Pablo, 2002.
Vallejo-Nagera, Alejandra. «Hijos de padres separados: Consejos para recuperar la armonia y el respeto ante un nuevo futuro». Editorial Temas de hoy, 2006.
Czernin, Monika. «Hijos felices de padres separados». Editorial Medici, 2004.
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