Escrito per Miguel Cárdenas (Psiquiatra)

Es frecuente que los niños y niñas entre los 6 y los 11 años puedan presentar rabietas y desobediencia ante las órdenes dadas por los padres.

Esta situación se puede arreglar con unas recomendaciones sencillas.

Las rabietas son parte del crecimiento

Las rabietas de los niños en etapa escolar pueden presentarse en respuesta a la negativa de los padres a satisfacer sus pedidos. A veces los padres terminan cediendo ante estas demandas, generándose así un patrón de interacción inadecuado. Muchos padres intentan solucionar la rabieta hablando con el niño en el momento de la rabieta, lo que muchas veces hace empeorar la situación. Esta oposición o desobediencia generalmente ocurre como el no advertir la orden dada por los padres, o bien como una oposición abierta a las órdenes. Ambos casos generan un conflicto en la relación entre padres e hijos, provocando una cierta ansiedad en los padres al no conseguir que sus hijos cumplan con las pautas esperadas.

¿Qué hacer si el niño tiene una rabieta?

  • No discuta con el niño.
  • No le conteste gritando.
  • No dé ninguna recompensa ni castigo por una pataleta.
  • Aunque la pataleta pase en público, evite sentirse mal.
  • No le preste demasiada atención mientras dure la rabieta.

¿Cómo podemos gestionar la desobediencia u oposición?

  • Condicione al niño con consecuencias positivas si el comportamiento es apropiado (uso del juego o refuerzos positivos como recompensa). O con consecuencias negativas (retirada de privilegios tales como la TV, consolas,…) si el comportamiento no es el apropiado.
  • Dé órdenes sencillas y claras para reducir conductas no deseadas.
  • Establezca consecuencias consistentes para la desobediencia.

¿Cómo se pueden evitar la reaparición de rabietas y desobediencia?

Planee actividades y condicione la realización de estas actividades a consecuencias positivas o negativas. Practique la resolución de problemas, evitando discusiones con los niños y solucionando de forma efectiva los episodios donde hay dificultades de comportamiento.

Es recomendable consultar con el especialista si:

  • Las rabietas y la oposición han estado presentes de forma habitual desde antes de los 6 años, o son persistentes.
  • Si su hijo se lastima o hace daño a los demás durante sus rabietas.
  • El niño tiene otros problemas de comportamiento.
  • Las pautas planteadas no consiguen mejorar el problema después de dos semanas.

A la práctica

  • Las órdenes mejor si son cortas y precisas.
  • No responda enfadados.
  • Manténgase firme en sus decisiones.
  • Dad a elegir entre 2 opciones.

Preguntas con respuesta

¿Qué consigue el niño con las rabietas?

Los niños obtienen la atención de los padres y la posibilidad de conseguir lo que quieren.

¿Por qué los padres ceden ante las rabietas?

Hay diferentes motivos y depende mayoritariamente de cada situación. En muchos casos los padres ceden por temor a hacer sufrir al niño. Hay otros que los padres están cansados ​​y prefieren claudicar y acabar así con la rabieta. Y también los hay que sienten vergüenza y les da miedo que dirán los demás.

¿Qué son las pautas educativas?

Son las estrategias que los padres utilizan para educar a sus hijos.

¿Cómo puedo prevenir las rabietas?

Una buena manera de empezar es identificar las situaciones en que se producen con el fin de podernos anticipar en otro momento. También hay que reforzar el buen comportamiento, y hacer evidentes los momentos en que el niño se comporta bien. Cuando comience una rabieta, debemos anticipar al niño qué pasará si persiste, nunca con amenazas ni gritos. Y por el bien de todos, evitar exponernos a situaciones muy estresantes.

¿Qué debo hacer cuando mi hijo tiene una rabietas?

En primer lugar no haremos demasiado caso de la conducta inadecuada del niño. Esto permitirá que no nos enfademos ni chillemos. Explique bien las consecuencias de aquella situación y, si prosigue, retire privilegios o aplique tiempo fuera si la pataleta pasa a ser disruptiva, (agresión, oposición).

Caso Clínico

Mario tiene 8 años y su padre se la ha llevado a comprar. Cuando pasan por delante de una juguetería Mario le dice a su padre que quiere un juguete que acaba de ver. Su padre le dice que no le comprará y Mario se tira al suelo enfadado, mientras grita y llora muy alterado. Como ocurre muchas veces, la gente que pasea por la calle se les queda mirando.

El padre de Mario se la lleva a un lugar más tranquilo y le dice con un tono conciliador que entiende su enojo y que le dará unos minutos para que se tranquilice. Así pues, los dos se quedan unos minutos en silencio. Y aunque Mario sigue alterado, al cabo de un rato se tranquiliza.

Referencias Bibliográficas

Páginas web con información útil:

Sitio web «Psicodiagnosis.es».

Artículo de la Biblioteca nacional de EUA: «Rabietas».

Ser padres: «Estrategias para manejar sus rabietas».